La vaquería Arenal del Duque, a escasos 300 metros del caudal del Tajo en el camino de Las Herencias, muy próxima a la N-502 o carretera de Alcaudete y de la Circunvalación Suroeste, fue uno de los principales afectados por la crecida experimentada por el río Tajo el pasado fin de semana. La subida del agua inundó todos los corrales, más próximos al cauce, y rozó una de las naves, debiendo trasladar a más de un centenar de vacas pequeñas o recrío por la peligrosidad que generaba el incremento del caudal.
El sábado a mediodía, «entre las 2 y las 3 de la tarde el agua comenzó a subir y anegó todos los corrales en apenas una hora», recuerda Ángel Marugán, propietario de la explotación con más de 500 animales y también de la gravera Áridos La Viña, a escasos metros y también afectada por la histórica crecida del Tajo.
«No sabíamos qué hacer» en esos momentos de incertidumbre, explica en declaraciones a La Tribuna, por lo que esperaron unas horas más a ver cómo se comportaba el caudal, y este, no dejó de subir. Así, a las 19 horas decidieron el traslado de unas 120 vacas pequeñas a una zona más alta, donde «estaban más apretadas pero también más seguras». El traslado de los animales, con la ayuda de amigos del propietario, se produjo con los animales tranquilos y sin mayores incidentes, explica.
"Empezamos a trasladar a las vacas porque ya nos daba miedo" - Foto: L.T.A partir de ahí, el agua siguió subiendo en las siguientes horas y hasta las 2 de la madrugada aproximadamente, anegando todos los corrales y llegando a una de las naves, que pudieron controlar mediante diques de contención realizados a través de maquinaria de la explotación.
Marugán asegura que en algunos lugares el agua les llegaba a la rodilla y en otros podía alcanzar la cintura, además de los inconvenientes que luego ha generado en el terreno, inundado primero y completamente embarrado después.
La histórica avenida de agua del Tajo en la ciudad, que incluso se ha llevado por delante dos tramos del Puente Viejo, ha sido insólita para muchos vecinos, que recuerdan otras crecidas pero «ninguna como esta». El propietario de la explotación asegura que hubo otras inundaciones hace casi 30 años, pero con un caudal menos elevado y, del mismo modo, menores consecuencias.
"Empezamos a trasladar a las vacas porque ya nos daba miedo" - Foto: L.T.descenso del caudal. El caudal del Tajo comenzó a descender en la jornada del domingo y siguió bajando el lunes, lo que ha permitido que las vacas puedan volver a sus corrales, donde ayer comían acompañadas aún por algunos charcos de agua, que tardarán unos días en desaparecer. Marugán asegura que está todo controlado, aunque ahora toca hacer balance de daños y restaurar aquello que se ha perdido.
Las consecuencias económicas se resumen en la pérdida de leche durante estas jornadas estresantes para los animales y la maquinaria a la que sí llegó el agua, entre ella algunos motores.
También anegó el incremento del caudal parte de las instalaciones de la gravera Áridos La Viña, a escasos metros de la explotación Arenal del Duque. El agua hizo estragos en el terreno de esta empresa llegando incluso a rodear grandes montones de arena dedicados al sector de la construcción.