Primero Toledo prevé la reclamación de la espadería toledana como patrimonio cultural inmaterial. La propuesta lanzada por la agrupación de electores reivindica la defensa global de un arte icónico para la ciudad. La intención de la candidatura amarilla es desplegar una campaña favorable ante la Unesco, el organismo responsable de tal distinción, desde el Ayuntamiento de la capital regional, administración de la que esperan formar parte tras las elecciones del próximo domingo.

La declaración de esta forma artesanal como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad emularía el camino recorrido para la cerámica de Talavera, merecedora de tal honor desde 2019. Julio Comendador, número uno de la lista amarilla define a esta expresión cultural toledana como «un emblema que nos identifica en el mundo» y plantea su protección desde el más alto nivel internacional.

La candidatura alternativa incluye esta propuesta dentro de un plan más amplio en favor de «la marca Toledo». Comendador alerta del riesgo de desaparición del oficio y critica que desde la administración municipal no se hayan implementado las medidas suficientes para protegerlo. «Es una seña de identidad de nuestra ciudad».

El plan de Primero Toledo con el acero y las espadas se mira en los espejos de la cerámica de Talavera o la cuchillería de Albacete, dos bienes protegidos por la Unesco. Al mismo tiempo, afean que para otros emblemas de Toledo, como el damasquinado o el rito hispanomozárabe, «bienes que nos distinguen y debemos valorar», tampoco se hayan iniciado los trámites para su salvaguarda y reconocimiento internacional desde el Ayuntamiento.

La agrupación de electores defiende un esfuerzo de todas las administraciones en favor de la transmisión del oficio, una labor amenazada por la falta de relevo. La lista de Comendador propone una oferta formativa a la que se puedan adherir aquellos que estén interesados en continuar con un producto que trasciende fronteras. Desde el gremio aplauden las intenciones de Primero Toledo. «Nos resistimos a desaparecer y a que la espadería sea leyenda», subraya José Ramón Moreno, representante de la Asociación de Espadería.

Moreno define su actividad como el «buque insignia» de la artesanía toledana, aunque señala su pobre impacto cuantitativo. En la actualidad, sólo hay tres maestros espaderos y un artesano en Toledo. En Casco Histórico, el mejor escenario de la ciudad por su pryección turística, el único taller que permanece abierto es el de Espadas Mariano Zamorano.

 En la asociación lamentan «ser un gremio olvidado por las instituciones» y exigen más atención para su hecho diferencial.

«Somos la segunda generación y tenemos un oficio heredado de nuestros padres», cuenta Moreno. Sin embargo, «nadie nuevo» se ha sumado a esta labor en los últimos años. «Pedimos a las instituciones que nos protejan y nos den publicidad: somos más famosos en el extranjero que aquí», concluye.