Son documentos de tan alto valor histórico, que hasta el momento había pasado por alto su importante valor artística, aunque en pequeño formato.
Desde el pasado Farcama, el Archivo Histórico de la Nobleza expone en su muestra Imago Regis 33 «joyas», documentos de titularidad propia desde la Edad Media al siglo XIX que recogen privilegios que los reyes de España han dado a los ciudadanos, todos ellos bellamente ilustrados. Son, ha destacado la delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, todos originales, con gran valor histórico, patrimonial, artístico y hasta económico, «una exposición que para los amantes de la historia y de la época medieval aporta mucho desde los puntos de vista histórico, cultural y patrimonial».
Es una muestra más, apuntó la directora del Archivo, Arancha Lafuente, es una de las exposiciones con las que cada año se trata de poner en valor el patrimonio documental español que se guarda en Toledo. Son los documentos más importantes que se guardan en los archivos de la nobleza, «aquellos documentos por los que una persona recibe el título de noble, la hidalguía, que suponía una serie de privilegios a los que aspiraba casi toda la sociedad, en el siglo XVIy especialmente en el siglo XVII». También hay otros privilegios y títulos nobiliarios. Todos estos documentos, tan importantes para la familia, se decoraban ricamente, y pasaban de generación en generación.
Documentos, como obras de arteGrandes autores, pequeño formato. Tan importantes fueron estos documentos, ha investigado el comisario de la muestra, Álvaro Pascual, es que la mayoría de la decoración de estos documentos de los siglos XVII y XVIII están realizadas nada menos que por los pintores de cámara de la corte, «son pintura en documentos, obras de arte y joyas en documentos».
La otra comisaria, María del Carmen López Villalta, apuntó que la muestra arrancó con una investigación de Pascual, en la que encontró en los documentos pinturas de los reyes. Se hizo un retrato cronológico de los documentos originales en el Archivo con retratos reales, que ha transcendido a un estudio sobre toda la decoración pintada de los manuscritos «con una calidad técnica increíble, no solo en las orlas y en otro tipo de iconografías religiosas», y en esta muestra, en la que se destaca tanto el valor histórico y documental de los documentos, con el valor artístico.