Ya no es un bache. Son cuatro jornadas sin ganar, con solo 2 puntos de 12. Este tramo de temporada es ya un lastre para un CD Toledo que expuso muy poquito en Socuéllamos. Salió conformista, no pudo mandar y encajó un gol en el inicio de la segunda parte al que tampoco supo responder con producción ofensiva. Claramente, ha ido a menos en esta faceta en los últimos encuentros.
Aunque las primeras aproximaciones fueron locales, fue el cuadro de Alfredo Santaelena el que quiso dominar desde la posesión en el Paquito Giménez.
En 12 minutos, no sucedió prácticamente nada. Por comentar algo, hay que anotar un disparo manso de Siles, después de un córner, que salió desviado. La primera clara del CD Toledo sí que fue gorda. El Socuéllamos falló en defensa, y propició la marcha de Pepe Delgado hacia el guardameta. Anaba se lio, y dejó al canario la posibilidad de anotar otro gol en su campo fetiche, pero se atascó, y Adri Díaz se le echó encima, y el portero llegó para acabar con el susto.
El equipo capitalino jugó con su segunda equipación - Foto: CD ToledoEn el minuto 22, el equipo capitalino hizo uso de la estrategia, con un balón abierto a la derecha que Sergio González metió en el área. Estaba en fuera de juego. El vasco, por cierto, formó medio campo junto a Reguera, así que Rodri se quedó en el banquillo. Por lo demás, Alfredo metió a Chupi como titular en una banda. Mantuvo a Tamayo en la otra.
Al encuentro le estaba faltando creación, llegadas, oportunidades. Los dos equipos tenían claro que lo que no querían era recibir un gol. A partir de ahí... Quizás, por eso, fueron los laterales los jugadores que sorprendieron. O lo intentaron. Carlos García subió su banda en varias ocasiones, mientras que Luna, en el minuto 32, se animó a irse arriba, se metió en el área, y, tras recortar a Miguel Serrano, puso un centro que se convirtió en un disparo peligrosísimo que tuvo que sacar Adri López.
Le estaba costando entrar por el medio al Toledo. Mazzocchi apenas entró en juego, y Pepe Delgado no tenía huecos para desplegar sus dotes. El partido seguía cerradito. Demasiado.
El equipo capitalino jugó con su segunda equipación - Foto: CD ToledoPero el Socuéllamos tuvo su opción de ponerse por delante, en el minuto 38. José Lara aprovechó una recuperación para tirar con su pierna izquierda. Dani Simón se estiró, pero el balón se marchó fuera por muy poco. Los de Jacinto Trillo provocaron miedo con los balones de Carlos García al área desde los saques de banda, como otra vía de llegar al gol.
Sin embargo, el choque se encaminó al descanso con interrupciones, amarillas y una protesta de Alfredo Santaelena que Ciruelos Esteban quiso escuchar en la banda. No dio para nada más la primera mitad.
La primera del segundo periodo la tuvo el Toledo. Stevens sacó de banda a lo Carlos García. Chinchu prolongó, y Mazzocchi recogió el balón, pero no disparó con tino. Sí que lo tuvo Rodri, tras un saque de esquina. Dani Simón se tuvo que ir abajo para despejar la pelota de nuevo por la línea de fondo.
Estaba rondando el Socuéllamos la portería, y encontró el tanto en ese córner. La pelota se paseó por toda el área, y, en el segundo palo, Siles enganchó un lanzamiento para colocar el 1-0. Lejos de tener más control, el CD Toledo pasó unos minutos atolondrado. Es más, fueron los azulones los que rondaron el área de nuevo.
Se barruntaban los cambios en breve. Mientras, con balones largos, se intentaron crear espacios para encarar la portería. Alfredo Santaelena miró al banquillo, y sacó a tres hombres de golpe: Angelito, Rodri y Manu Gavilán. No cambió el dibujo.
Sí que tuvo más la pelota el cuadro vestido de negro, o al menos lo intentó. A partir de ahí, presionó y se volcó, cercando el área local.¿Las ocasiones? Insuficientes, alocadas, sin orden, a balón parado.
El entrenador agotó las sustituciones con Piochi y Álvaro. Ya no había más pólvora posible. Lo único reseñable a partir de ahí fue un tiro de Mazzocchi, tras un saque de esquina, que pegó en la poblada defensa del equipo ciudadrealeño. Y Álvaro probó suerte de la misma manera, esta vez con una volea que salió desviadísima.
Apenas quedaban diez minutos, más el alargue. Al contragolpe, el Socuéllamos pudo incrementar la renta con muchos huecos libres. El Toledo no pasó de tocar y tocar la pelota entre los centrales. Al final, conseguía pasar el medio campo con balones largos a los costados, pero sin producción ofensiva aceptable.
Se acercó el final del encuentro sin empujar, algo que, como mínimo, se le puede pedir a un equipo que quiere ser primero, y que tiene una plantilla como esta. El Socuéllamos ganó todo por alto, provocó fueras de juego y solamente dejó entrar a Stevens por el lado derecho. Poco, poquito, muy poco.