"Se me ha ido un héroe". El sentido comentario de una vecina de Yeles evidencia la conmoción compartida por el fallecimiento del jefe de la Policía Local, Rubén del Palacio.
"Siempre será recordado con respeto y admiración por su trabajo e implicación al servicio de nuestro pueblo", expresaba ayer el equipo de gobierno en recuerdo del jefe policial, fallecido el martes a los 37 años.
Del Palacio, casado y con una hija de cuatro años, ejerció durante 15 años en el Ayuntamiento de Yeles y configuró por completo el servicio de la Policía Local. "Se desvivía por sus compañeros. Daba todo de él por ayudar", detallaba hoy a este diario Omar, uno de los tres agentes municipales. Y apostillaba: "Tenía una dedicación total. 24 horas para el pueblo, por completo".
"Su compromiso y profesionalidad dejan una huella imborrable en todos los que le conocieron, tanto a nivel personal como profesional", subrayaba el comunicado municipal.
Del Palacio convirtió a la Policía Local de Yeles en la segunda de Castilla-La Mancha con una unidad canina, tras Numancia de la Sagra. El oficial hizo tándem durante siete años con 'Billy', a quien adiestró durante seis meses y ocho horas diarias para obtener la titulación en la Escuela Cinológica del Ministerio de Defensa. Así, participó en más de 300 intervenciones en 17 municipios de Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, con base siempre en la Policía Local de Yeles. El perro estaba especializado en la detección de hachís, marihuana, cocaína y heroína.
El oficial de la Policía Local de Yeles viajó con su uniforme a Nueva York en 2019. Desfiló el 12 de octubre, Día de la Hispanidad, junto con otros 30 agentes de España, por la Quinta Avenida de Nueva York, como representante de España, Castilla- La Mancha y Yeles. «He visto cómo realizan sus funciones e intentaré aplicar lo que se pueda en Yeles», afirmaba por entonces a este diario Del Palacio, quien se costeó el viaje de su bolsillo.
En noviembre, el vigilante auxiliar de la Policía Local de Yeles, Juan Manuel Hernández, falleció a los 59 años. Otro duro golpe. "Pilar fundamental en su labor, siempre destacó por ser un trabajador incansable, serio y comprometido", reconocían entonces sus compañeros.