El párroco de Mohedas de la Jara, Ángel Verdugo, rezonga por la capa de olvido que empolva este pueblo. También Puerto de San Vicente y Aldeanueva de San Bartolomé (Aldeanovita), la alineación completa de sus destinos desde que aterrizó en agosto de 2021 en la esquina inferior occidental de la provincia de Toledo. Pero tonifica la voz cuando repasa la extraordinaria unión de sus 300 habitantes y del músculo de descendientes repartidos por España. «Los que viven fuera lo sienten muy propio», subraya. Se refiere a la rehabilitación de la ermita de Nuestra Señora del Prado, el templo mariano consumido por los años.
El Arzobispado de Toledo determinó en octubre de 2022 el cierre del templo por la debilidad de la construcción, después del aviso pregonado un año antes por el párroco. Desde entonces, la talla de la Virgen del Prado habita la parroquia de San Sebastián Mártir. Desde entonces, Ángel y los vecinos orquestan un programa de actividades para recaudar fondos que financien los 156.000 euros del presupuesto de las obras para una rehabilitación casi íntegra.
La Diputación y el Arzobispado de Toledo colaboran en la rehabilitación de parroquias, pero las ermitas quedan fuera. Por eso, este pueblo agrícola formado principalmente por jubilados debía afrontar solo la financiación. Y hubo vecinos que desembolsaron 1.000 euros de una tacada. Y hubo marchas solidarias que convocaron a 600 participantes, el doble de la población de Mohedas.
«Ha dado mucha vida al pueblo», sostiene el párroco sobre cómo la necesidad de la financiación ha despertado la organización de propuestas culturales y deportivas. Y en un año y medio, la recaudación ha sumado 72.000 euros, suficientes para que una empresa ciudadrealeña iniciara el día 9, lunes de Pascua, las obras.
«Podemos contemplar el estado del ábside al ser desmontado completamente. También ya se ha desmontado la teja de las naves laterales», informaba a los vecinos jareños el día 12 el sacerdote, quien incorporaba el lema que cuadra el espíritu de los mohedanos: 'Levantando nuestra ermita, levantamos nuestra historia'.
Ahora, el pueblo promueve el gesto simbólico de costear una teja por seis euros. Recuerda la movilización vigente por la rehabilitación de San Benito Abad de Yepes; no en vano, Ángel Verdugo ejerció allí tres años. La ermita de Nuestra Señora del Prado de Mohedas de la Jara es un templo más modesto, pero la involucración unánime de los paisanos y sus descendientes vigoriza el significado de esta capilla colindante con el camposanto y destino de peregrinación de los jareños.