El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, considera que el PSOE y el PP deberían pactar primero la financiación de las competencias autonómicas comunes esenciales, antes de abordar la de las competencias que son diferentes desde una perspectiva singular.

En su intervención esta mañana en Madrid en el Foro ABC, el presidente castellanomanchego propuso además, que su partido aborde en su próximo congreso federal, «puesto que no se va a discutir del liderazgo», que «ya está decidido», el tema de la financiación autonómica y los de la vivienda y la igualdad de género.

Respecto a la financiación, le gustaría que el PSOE asumiera que «la riqueza es nacional y está al servicio de los españoles, no de los territorios y que la solidaridad es entre los españoles, no entre las autonomías».

Sobre vivienda, que ve como el principal problema «sin duda de ningún tipo», aprovechó para decir que la ministra, Isabel Rodríguez, «es muy buena gente», pero «la tienen que dejar» -tanto el PP como el Gobierno y su propio partido- «porque vivimos en un momento de batalla total y el día que no llevas el uniforme en perfecto estado de revista te vas a la calle».

Recuperar la bandera de la igualdad. Y en materia de igualdad de género, animó a su partido a recuperar una bandera que cree que Sumar -formación a la que se ha referido también como «restar»- y Podemos han intentado arrebatarle «y han inoculado algunos mensajes (que no ha aclarado) en los que el PSOE no debe entrar».

En su intervención, García Page opinió además que «no hay previsibilidad posible» sobre la continuidad de la legislatura porque «depende en buena medida» del líder de Junts y ex presidente catalán, Carles Puigdemont, que ha repetido que es el que tiene el «mando a distancia» principal, aunque «hay otro muchos».

Al respecto apuntó que Puigdemont tiene ahora un «dilema», porque por un lado «quiere que naufrague» Salvador Illa como president de la Generalitat y por otro «si no aprueba el presupuesto puede que el Gobierno diga que de lo dicho nada y se queda mirando para Waterloo».