El tiempo acompañaba, había ganas de ferias y de disfrutar de las atracciones a un precio más barato. Todo cuadraba y por ello, el Día del Niño de las Ferias de San Mateo 2024 reeditaron ayer un nuevo éxito en forma de aglomeraciones en la zona de las atracciones y una de las calles destinadas a restauración, la que une con Talavera Ferial.
Desde primera hora de la tarde el recinto ferial comenzó a recibir gente, familias con niños que deseaban dar la mejor despedida a la feria de septiembre, a la espera de que San Isidro vuelva a vestir de fiesta La Alameda. Pero la espera es larga y el Día del Niño una tentación poco resistible.
Por supuesto, el ahorro en el precio de las atracciones es, quizá, el mayor de los atractivos para padres y abuelos que han vuelto a sorprenderse durante la feria ante los elevados precios de los billetes, rondando la mayoría entre los cuatro y los cinco euros.
San Mateo se despide por todo lo alto - Foto: Manu ReinoAsí, durante la tarde de ayer, y sin que sirva de precedente, las atracciones redujeron su valor entre el 25 y el 40 por ciento, tan solo algunas, muy pocas, llegaron al 50. Con ello, algunas que hasta el domingo valían 4,50 euros, ayer se vendían a 3 euros, mientras que otras que costaron 4, en el Día del Niño se rebajaron hasta los 2,5, una ayuda más que considerable para las familias en un mes protagonizado por la vuelta al cole.
Sea como fuere, y motivos económicos aparte, la ciudad volvió a reunirse ayer alrededor de unas atracciones que ya habían comenzado a despedirse. En un recinto ferial prácticamente desmontado, a falta de las casetas, las atracciones seguían dando vida a la feria talaverana aunque muchos lo hacían a 'medio gas', muestra de que esa misma mañana habían comenzado el desmontaje.
Los coches de choque, por ejemplo, funcionaban en la tarde de ayer sin techo, al igual que hacían algunos 'cacharritos' infantiles; la Tarántula, una de las atracciones más visitadas estos días, ayer daba vueltas sin su característica araña en el centro, y el Ratón Vacilón (este año Wild Mouse), decidió darse de baja y tan solo mostraba los restos de parte de su estructura.
Las largas filas seguían ayer en los aparatos más exitosos de esta edición y la paciencia de los padres daba sus últimos coletazos antes de despedir de forma definitiva la segunda y última feria del año en la ciudad de Talavera.
Y para echar el cierre de forma definitiva, algunos talaveranos ya se iban merendados o cenados del ferial. Para ello, permanecían también abiertos ayer algunos de los puestos de pizza, perritos calientes o hamburguesas de la calle de los vinos, con el representante de Cariñena también presente. Los churros, por supuesto, tampoco podían faltar.
La celebración del Día del Niño, habitual en cada feria talaverana, alarga unas fiestas de septiembre con niños y adolescentes como grandes protagonistas del último suspiro ferial. Ahora sí, San Mateo 2024 ya es historia.