El Toledo más escondido en 50 rincones

EP
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El escritor Carlos Dueñas recorre medio centenar de rincones de Toledo y la historia de los personajes que los habitaron en su cuarto libro

El Toledo más escondido en 50 rincones

Carlos Dueñas presentó ayer en sociedad su cuarto libro, 'Toledo Escondido', en un acto en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, en pleno Alcázar de la ciudad.

Dueñas, que ha desarrollado su vida profesional como farmacéutico a los pies de la Catedral de Toledo, admite que su amplio conocimiento por la ciudad que le vio nacier viene de una cierta vergüenza a no saber qué contestar al respecto de la joya de la corona de la ciudad cuando los turistas le preguntaban.

Por ello, y en su intención de conocer primero su ciudad antes que el resto del mundo, empezó a convertirse en uno de los mayores conocedores de la Ciudad Imperial, con fuentes de inspiración en las figuras de Sixto Ramón Parro, Rufino Miranda o Julio Porres Martín-Cleto. «Me enseñaron el amor por Toledo».

La intención de Dueñas en su producción bibliográfica es que los toledanos se acerquen a ella, sobre todo los más jóvenes, para inspirarse en su ciudad como él lo hizo de sus mentores, y así asegurarse las fuentes del futuro.

Una ciudad «imposible de conocer» al cien por cien, ya que incluso él no deja de descubrir rincones de una capital diseñada para que el extranjero se perdiera.

Apoya el relato del medio centenar de rincones de Toledo que presenta en el libro en los personajes históricos que recorrieron sus espacios, desde Alfonso X El Sabio hasta Felipe II pasando por los Reyes Católicos, sin dejar de lado a Santa Teresa de Jesús, el Cardenal Cisneros o San Juan de la Cruz.

«No puedo mencionarlos a todos porque la lista se haría eterna, pero hay muchos personajes que han pasado por estas calles y de los que yo he procurado hablar en mis libros», indica.

Considera el escritor que la parte antigua de Toledo «ha cambiado muy poco», lo que le hace pensar que los cielos que se contemplan desde sus esquinas son los mismos que contempló El Greco, aunque a veces los toledanos no llegan a «valorar» lo que tienen.

Con todo, el Casco «no es el mismo», ya que en su génesis pertenecía a «una ciudad bulliciosa, con mucha gente, llena de pasadizos, cobertizos y recovecos», lo que hacía de Toledo una ciudad «insegura».

Parte de esos cobertizos vivieron sus últimos días después de que Juana 'La Loca' ordenara tras un incidente deshacer todos aquellos bajo los que un caballero con lanza en ristre no pudiera pasar, razón por la que ahora «quedan muy pocos» en comparación con los que albergó Toledo.

Una ciudad que se reproduce en sus sótanos, «minada de cuevas», donde habitaba gran parte de la población, unas galerías que, estima, no se han descubierto ni en su décima parte.

Desde el pasado y mirando al futuro, visualiza una ciudad en la que «por fin» se pueda sacar el tráfico del Casco Histórico. En su deseo, imagina conseguir este hito a través de aparcamientos disuasorios o subterráneos, asegurando que en todo caso, llegará el día.

50 RINCONES. Un libro en el que presenta la ciudad de Toledo a través de medio centenar de lugares que, en algunos caso son desconocidos para los propios habitantes de la capital.

«Mi pretensión es que vayan a conocer esos sitios y no se queden en Zocodover o la calle Ancha. Hay algunos toledanos que no los conocen o no han pasado nunca por ellos, y yo les invito a que los visiten», indica.

Para ello, articula en la obra varias propuestas de rutas a disposición del lector, para descubrir la ciudad desde otro punto de vista.

Más allá de los personajes históricos que construyeron la historia de Toledo, Carlos Dueñas se acuerda de los «anónimos» que han contribuido y contribuyen a apuntalar el mito de la ciudad, como María Luisa Aguado, profesora de la Escuela de Idiomas que «dejó su impronta»; o Eduardo Rodríguez, militar y profesor de francés que parte de la ciudad aún no ha olvidado.

Carmen y Valle Vaquero, «que saben muchísimo de Toledo»; o el escritor Mariano Calvo López, todas ellas personas que «serán fuentes de sabiduría» sobre Toledo en el futuro.

Si bien parte de la premisa de que Toledo mantiene su espíritu pese al avance del tiempo, ha tenido palabras para la transformación en cuanto al modelo de ciudad.