La limpieza de la DANA supone la punta del iceberg. «Es una cornada gravísima. Es terrorífico», lamentaba ayer a este diario el alcalde de Villaluenga de la Sagra, Carlos Casarrubios. Se trata de una de las seis localidades con más damnificados, según el Consorcio de Compensación de Seguros. Y el alcalde suelta una metralla imposible de digerir: 800 viviendas dañadas, unas infraestructuras municipales arrasadas y una cuantificación de 16 millones de euros de pérdidas en propiedades públicas y privadas.

«Cuando pedimos la declaración de zona catastrófica, pedimos que nos ayuden», indica el alcalde, quien agradece los 10 millones dispuestos por la Diputación para echar una mano a los ayuntamientos. Pero será insuficiente.

El Ayuntamiento de Villaluenga de la Sagra aprobó en el Pleno del 4 de septiembre la modificación de créditos para destinar 750.000 euros de los 765.000 euros del remanente de tesorería para gastos de emergencia de la DANA ocurrida el día anterior. El Boletín Oficial de la Provincia publicaba ayer este acuerdo firmado finalmente por el regidor el 6 de octubre.

El Ayuntamiento ha reaccionado también con un cambio del destino de los Planes Provinciales y del Plan de Infraestructuras, ambos sostenidos por la Diputación, para destinar las cantidades a corregir los daños de la DANA. El alcalde explicaba estas decisiones mientras observaba los graves destrozos en la glorieta Juan Palarea, trono de la Casa de la Cultura.

El Ayuntamiento remitió ya al Gobierno de España una primera evaluación de los daños, cuantificados en siete millones de euros para la parte pública y en nueve millones de euros para la privada.

Los destrozos alcanzaron a 800 viviendas del parque de 2.500 de todo el término municipal. Hubo zonas, como la parte central del pueblo o una urbanización quedaron totalmente arrasadas.

El Ayuntamiento ha pedido ya una reunión con los responsables de la Confederación Hidrográfica del Tajo porque las riadas se repiten desde 2017. Así, pretende alcanzar una solución que incluya también al resto de los municipios sagreños. Por ello, pide que la gestión debe corresponder a las mancomunidades de la Sagra Alta y Sagra Baja porque la corrección de estas avenidas tienen un marchamo colectivo.