El Colectivo de Investigación Histórica Arrabal ha insistido en la conservación del edificio de Tresku y en que, pese al derrumbe del pasado jueves de la cornisa, el inmueble «no corre peligro». Así lo ha trasladado en declaraciones a La Tribuna el portavoz del colectivo, César Pacheco, quien ha indicado que edificios de esta tipología, «que están sin un mantenimiento continuo, es lógico que tarde o temprano las marquesinas y volados» puedan sufrir un derrumbe.
Pese a este reciente desplome en Tresku, desde Arrabal han insistido en que su opinión «no se mueve ni un ápice» en lo que respecta a su apuesta por la conservación del edificio. Lo que han asegurado no entender es «cómo no es posible que no haya un entendimiento para que, o bien los propietarios no tiren el edificio, que lo vendan, y que pase a manos de algún empresario o promotor que lo quiera poner en valor».
El portavoz del colectivo ha recordado que, como ya pusieron de manifiesto desde Arrabal al Ayuntamiento, hay informes periciales que aseguran que este inmueble «no corre ningún peligro» y cuestiones como la supuesta aluminosis que presentaba la estructura «no tienen ninguna razón de ser».
Arrabal insiste en la conservación del edificio de Tresku - Foto: ReviejoPacheco ha recalcado que el inmueble sigue teniendo un «valor icónico en el paisaje urbano de la ciudad en ese momento y en ese sitio» y por tanto es «fundamental» su conservación. Para el también historiador y arqueólogo, si este inmueble «hubiese estado en otra ciudad con arquitectos y administraciones municipales con algo de imaginación y de pericia, ya estaría convertido desde un centro comercial hasta un centro incluso público o oficinas de administración».
Como colectivo, han instado al Ayuntamiento de Talavera a «que clarifique el estado en el que se encuentra el expediente» de declaración de ruina económica solicitado por uno de los copropietarios, que ya se declaró en 2013, ratificado años después por un juzgado, pero que fue impugnado por otra de las partes.
Si aún no se ha dilucidado esta cuestión, «cuando suceda, el Ayuntamiento tiene que poner las medidas apropiadas para su conservación», que a juicio de Pacheco pasan por que el Consistorio «impida el derribo lo primero». En su lugar, ha señalado, ha de mediar para que la propiedad «o lo venda o haga algo con ello».
Ayuntamiento. El concejal de Urbanismo, Benedicto García, ha confirmado a este diario que desde el Ayuntamiento van a contactar con los propietarios para abordar las medidas a adoptar en relación al inmueble, atendiendo al informe técnico y jurídico elaborado desde el Consistorio a raíz de este desplome. «Tenemos que evitar que algún día pase algo más grave», ha señalado, para recalcar que se hará «lo que marque el informe técnico» y que si bien se instará a la propiedad a acometer lo que corresponda, si no se haría de forma subsidiaria.
Como recoge la ficha de la Real Academia de Bellas Artes de Toledo, el edificio fue proyectado por el reconocido arquitecto talaverano César Casado de Pablos en 1952 para Luis Moreno Arias y las obras concluyeron en 1959. Se planteó en sus inicios como bloque de viviendas, aunque sufrió sucesivas modificaciones formales y de propuesta de uso en el transcurso de la obra que derivaron en su estado final actual.
Desde su construcción el edificio ha estado desocupado con diferentes planteamientos de uso, residencial y/o comercial, salvo la planta baja utilizada como cafetería entre 1964 y aproximadamente hasta 1990, y de la que ha derivado su nombre, Tresku.
Ante las sucesivas tesis planteadas de posibilidad de ruina estructural, diferentes estudios e informes técnicos acreditan que el estado estructural del edificio es óptimo y sin riesgo de colapso o ruina; además existe una sentencia judicial que así lo asegura y rechaza esta tesis.