Juntas somos más fuertes. El lema recogido en la pancarta que la Asociación Criasol ha llevado en la manifestación del 8 de marzo resume el espíritu de una reivindicación y una lucha que ha vuelto este viernes a su cita con las calles de Talavera. El Día Internacional de las Mujeres se ha enmarcado entre la lluvia y un frío intenso al que han resistido las participantes en la manifestación que un 8M más ha voceado las reivindicaciones pendientes, resumidas en el derecho a la igualdad y en la denuncia de todas las situaciones que la impiden. 

La marcha feminista ha salido de la plaza de San Francisco, ha recorrido las calles del centro y ha vuelto al punto de partida para la lectura del manifiesto. Algo menos concurrida que en años pasados, la protesta ha exhibido músculo reivindicativo, con pancartas y carteles pasados por agua en los que se podían leer frases como "el machismo es una enfermedad", "el patriarcado es un virus que a los hombres les hace toser y a las mujeres nos mata" o "somos el grito de las que ya no están". 

Representantes sindicales, del movimiento asociativo o de partidos políticos, entre ellos la presidenta del Grupo Municipal Socialista, Tita García, con buena parte de sus concejales y dirigentes de Unidas por Talavera, entre otros, se han sumado a la convocatoria y han participado activamente en el recorrido. 

El 8M refresca las reivindicaciones por la igualdad real - Foto: Manu Reino

El manifiesto final ha exigido una sanidad pública que garantice el derecho al aborto, educación pública, universal, gratuita y de calidad o el fin de las brechas que persisten en el mundo laboral, empezando por la salarial, además de la mejora de las condiciones laborales. Empleo estable y de calidad, corresponsabilidad en los cuidados y una justicia que incorpore la perspectiva de género, también han sido demandas de este 8M, junto con la reclamación de la vuelta de la Concejalía de Igualdad en Talavera, que no existe desde la llegada al gobierno municipal del bipartito formado por el PP y Vox. "Vamos a seguir enfrente del 'minuto de silencio' que se convoca cada mes, en señal de protesta ante los retrocesos que estamos sufriendo las mujeres de Talavera desde que tomó posesión el actual equipo de gobierno de la ciudad", afirmaba el manifiesto. 

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En la marcha se pudo ver también una bandera palestina para recordar la guerra contra Gaza, cuyo fin también quedó recogido entre las demandas de este 8 de marzo. No ha sido el más concurrido de los últimos años, pero sí levantó la voz para dejar claro que la lucha permanece. "Quien no se mueve no siente las cadenas", rezaba uno de los carteles.