Conmovedor dúo de Veintiuno con su familia en el Beat Festival

O. Furones
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La banda de rock toledana Veintiuno protagonizó uno de los momentos más emotivos del Beat Festival. Diego Arroyo, vocalista del grupo, interpretó uno de los temas en directo junto a su madre y su padre

Conmovedor dúo de Veintiuno con su familia en el Beat Festival

Miles de personas se dieron cita en la segunda jornada del Beat Festival celebrado en la Peraleda, este sábado. Música, arte y cultura desde primera hora de la tarde para crear un ambiente de energía en la capital regional.

En el escenario del festival, la magia musical cobró vida con actuaciones memorables de grupos como Vetusta Morla o Viva Suecia. Sus letras, canciones, envolvieron a la multitud, transportándola a un universo de emociones. La combinación de los artistas y la energía de un público entregado creo un ambiente único, donde la música se convirtió en la unión de miles de personas.

El grupo local Veintiuno protagonizó un momento especial en el Beat Festival, recibiendo un cálido apoyo por parte del público que los arropó en cada momento. "Hoy estamos en casa", declaraban. Originarios de Toledo, su actuación fue más que un concierto; fue un emotivo encuentro entre la banda y los vecinos y vecinas. La energía y el entusiasmo del público impulsaron la actuación de Veintiuno, demostrando el amor y el orgullo por el talento local. Además, protagonizaron el momento más emotivo cuando decidieron unirse al público para cantar. Diego Arroyo, vocalista del grupo, interpretó uno de los temas en directo junto a su madre y su padre.

Serían los artistas de Niña Polaca los que utilizaron su plataforma en el festival para hacer una importante reivindicación sobre la ausencia de representación femenina en la alineación de actuaciones. Con valentía levantaron la voz para reivindicar la necesidad de inclusión y equidad en la industria musical. Un mensaje que resonó profundamente entre el público, generando reflexión y debate sobre la importancia de amplificar las voces y talentos de las mujeres en todos los ámbitos artísticos.

Dentro del recinto, la experiencia del Beat Festival fue aún más completa con una amplia oferta gastronómica a través de los 'food truck', donde el público pudo disfrutar de una variedad de sabores para satisfacer todos los gustos y antojos. Además, aquellos que buscaban llevarse un recuerdo permanente de este evento único tuvieron la oportunidad de hacerlo en forma de tatuaje, agregando un toque personal y duradero a su experiencia festivalera. Así, el festival no solo ofreció música y entretenimiento, sino también momentos gastronómicos y artísticos que quedaron grabados en la memoria de los asistentes para toda la vida.