El entrenador del Soliss Talavera, Ángel Magán, se pronunció sobre el 4-1 recibido en la pista del Grupo López Bolaños, en el último partido fuera de casa de la temporada.Resulta indudable que el equipo sigue con su vía crucis particular que se ha prolongado una vez que se confirmó el descenso de categoría.

El técnico se refirió en primer lugar al motivo de llegar tarde al pabellón: "Por problemas en la carretera estuvimos parados alrededor de una hora y media aproximadamente, con lo que llegamos diez minutos tarde al partido. Apenas nos dejaron calentar, con lo que en el primer tiempo nos costó entrar en juego recién bajados del autobús". Todo ello, unido "a los árbitros que nos mostraron tres tarjetas amarillas en las tres primeras faltas, alguna inexistente". Por tanto, "nos fueron lastrando con seis faltas, mientras que perdonaron la expulsión por agresión verbal delante del colegiado a un jugador local".

Con el 4-0 se llegó al descanso, motivado "por la calidad del rival en la finalización de la que carecimos nosotros en los últimos minutos en los que dispusimos de varias ocasiones muy claras". Resalta que en la segunda parte "ganamos 0-1 y pudimos conseguir algún gol más, incluso jugando de cinco". Hay que destacar la expulsión de Samu Lastra "por un mini empujón por el que vio la segunda amarilla cuando no era ni falta". De todos modos, "apretamos para cambiar la dinámica, pero su portero detuvo todo". Ángel Magán quiso agradecer "el esfuerzo a los siete jugadores de campo con dos juveniles incluidos más los dos porteros y el capitán Miguel quien viajó lesionado para animar a sus compañeros en un difícil desplazamiento".