Ángel Gómez, el Filípides toledano

J. M. Loeches
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El atleta del Cerro del Bú se convirtió el pasado fin de semana en el primer toledano en completar esta exigente prueba de 246 kilómetros que une Atenas con Esparta

El toledano completó la prueba junto a otros tres españoles

Ángel Gómez será siempre el primer toledano en emular a Filípides. El pasado fin de semana, el atleta del Cerro del Bú consiguió acabar la dura y temida Spartathlon, una ultramaratón de 246 kilómetros que revive los pasos que siguió el mensajero griego entre Atenas y Esparta para buscar ayuda en la batalla contra los persas, en la batalla de Maratón, en torno al año 490 antes de Cristo.

Lo primero que hay que decir es que ni la mitad de los participantes (400) consiguió llegar al final (195). Porque no solo consiste en ir de una salida a una meta, sino que hay 75 puntos de control que hay que alcanzar, cada tres o cuatro kilómetros, con un tiempo determinado. «No puedes ir muy deprisa, para no desgastarte, ni muy despacio, porque te puede pillar lo que llaman el 'autobús de la muerte'».

El trazado atraviesa autopistas con coches y camiones, senderos de barro, caminos rocosos, y hasta cuenta con una zona montañosa y la subida al monte Partenio en plena noche. Como reconoce Ángel Gómez, «tiene que soportar temperaturas altas durante el día, porque nos ha hecho mucho calor, y también frío por la noche, en la montaña».

El toledano completó la prueba junto a otros tres españolesEl toledano completó la prueba junto a otros tres españolesPero es verdad que «la gente se vuelca», añade el corredor toledano. Es una carrera que los griegos tienen «muy arraigada en su cultura, y esos días están de fiesta». De hecho, cuenta que «cuando vas por los arcenes de las carreteras, se paran y te animan con banderas, y te tratan como si fueras un héroe; además, te ofrecen todo lo que necesites».

Para participar hay que cumplir una serie de requisitos, como haber acreditado una serie de marcas de ultrafondo. Ángel venía de participar en las 24 horas de Santander, prueba que le dio opción a una de las plazas disponibles para el equipo español, hasta un máximo de 15. Y es que, a esta prueba acuden atletas de todas las nacionalidades, la elite del ultrafondo mundial.

Entrando de lleno en la experiencia personal, Ángel Gómez confiesa que fue muy afortunado, al poder juntarse con otros corredores del equipo español más allá de la mitad de la carrera. En el kilómetro 140 se unió Tomás Jiménez, que le acompañó en la travesía de montaña. «Me gusta mucho la noche y me siento muy seguro en estos desniveles, así que pudimos ir al mismo ritmo y con las mismas fuerzas», explica.

El toledano completó la prueba junto a otros tres españolesEl toledano completó la prueba junto a otros tres españolesAl amanecer del domingo, tras salir el viernes a las 7 de la mañana, se incorporó Javi Bernabéu (segunda vez que termina la prueba), para encarar las últimas subidas por asfalto. Finalmente, en el kilómetro 210 cerró el cuarteto Víctor Bellod, para trazar los 40 kilómetros que quedaban. «Fuimos tirando unos de otros como podíamos, y entramos en la meta con banderas de España, y cada uno con la de su localidad», cuenta el capitalino, que sintió «mucha emoción».

Pero la Spartathlon no acaba aquí. La organización tiene preparado un ritual de cierre a los atletas que son capaces de acabarla. «Te reciben como a un héroe, te dan el agua sagrada, te ponen la corona de olivo y luego tienes que besarle los pies a la estatua de Leónidas», cuenta el toledano. 

En una prueba así, en la que Ángel invirtió 34 horas y 58 minutos, es inevitable pasar por malos momentos. El atleta del Cerro del Bú tuvo problemas en un isquiotibial, y reconoce que hubo momentos en los que le costó correr. «Pero nos mantuvimos firmes los cuatro, muy motivados y viéndonos fuertes; hicimos una hermandad espectacular», añade. 

El toledano completó la prueba junto a otros tres españolesEl toledano completó la prueba junto a otros tres españolesPara llegar a Esparta, Ángel Gómez ha tenido que acumular muchos kilómetros entrenamientos en sus piernas, unos 200 por semana y más de 600 al mes. Por eso, quiere dar las gracias a su entrenador, Rafa Romero. Además, tuvo que soportar solo temperaturas altas en verano por los alrededores de Toledo y por la sierra de San Vicente.

Asimismo, el segundo pilar se llama Henar, su mujer. «Ella es quien entiende mis sacrificios, y eso me permite trabajar mejor el físico y la cabeza, porque me siento comprendido; sin ella no sé si hubiera aguantado tanto esfuerzo», concluye el corredor, que se queda con «todo lo que se obtiene a nivel emocional y la mayor unión con las personas de tu entorno, además de un crecimiento personal y humano».

Ángel Gómez Peñaver se ha convertido, además, en el tercer castellano-manchego en completar la Spartathlon, tras los albaceteños Cristian Valcárcel y Francisco Javier Pérez, que participaron el año pasado. Además, es uno de los 53 españoles que, desde la creación de esta prueba, en 1985, han logrado terminarla.