CSIF se concentrará el próximo 1 de octubre a las puertas de los cinco hospitales de las capitales de provincia de Castilla-La Mancha en protesta por "una política de recortes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam)".
Esos recortes, denuncia el sindicato, "se traduce en el bloqueo de nuevas contrataciones, la paralización de la carrera profesional y el retraso en el abono de la productividad variable".
Bajo el lema 'Luto en el Sescam', CSIF expondrá "el deterioro progresivo" del servicio de salud, "acentuado en los últimos meses por las restricciones en la contratación de profesionales por motivos presupuestarios".
La presidenta de CSIF Sanidad en Castilla-La Mancha, Ana Isabel Fernández, subraya que "la ciudadanía es la que paga los platos rotos, estamos hablando de retrasos en las citaciones de Atención Primaria o en las pruebas diagnósticas, de cierre de camas porque faltan profesionales. Se produce, por tanto, un deterioro flagrante de la calidad asistencial, y que deriva en aumento de quejas, reclamaciones e incluso actitudes violentas".
Según el sindicato, el Sescam está llevando a cabo "un bloqueo de contrataciones hasta el 31 de diciembre que impide cubrir vacantes, incapacidades temporales, vacaciones, permisos o reducciones de jornada, una situación que será incluso más crítica a partir del 30 de septiembre, fecha en la que finaliza el grueso de contratos asociados al plan de verano, y también con el habitual aumento de las patologías respiratorias asociado a los cambios estacionales".
"Sólo se están llevando a cabo contrataciones en UCI, quirófano y Urgencias, y en aquellos servicios donde la falta de trabajadores es tan evidente que se pone en riesgo la saturación de todo el centro hospitalario", explica Fernández, que añade que "hay compañeros que están doblando turnos o haciendo horas de más con un exceso de jornada que no figura en ningún sitio o profesionales movilizados desde los Puntos de Atención Continuada para hacer frente a las consultas de Atención Primaria".
Esta ausencia de refuerzos afecta "a la salud mental y física de los trabajadores, generando fatiga crónica y aumentando las bajas laborales por estrés o agotamiento, lo que agrava aún más la situación de escasez de personal", concluye CSIF.