El gran punto negro en la accesibilidad en las sendas del entorno del río Tajo a su paso por Toledo es la unión por unas empinadas escaleras entre la senda de Cabestreros y la Senda Ecológica. Hacer de este punto accesible mediante rampas poco empinadas es uno de los hitos que se marca la actuación de la ribera en del Casco entre el puente nuevo de Alcántara y los molinos de Daicán. Se trata de un proyecto de acondicionamiento para el uso lúdico y de recreo de las riberas, una continuación de lo que ya se hizo entre Daicán y San Martín y un preludio a otra gran actuación entre este puente y la zona de la Universidad.
El proyecto, ha informado el concejal portavoz, Juan José Alcalde, está incluido en el Plan de Sostenibilidad Turística y está financiado por los Next Generation. Es una inversión de 412.945 euros, adjudicada a la empresa Trento arquitectura. Es parte de un proyecto general que sumará 4,2 millones de euros.
Esta actuación en concreto afectará a una superficie total de 15.453 metros cuadrados. En seis meses, Trento Arquitectura tendrá que naturalizar la zona, iluminarla mejor, actualizar sus abastecimientos y mejorar la accesibilidad.
El objetivo de la actuación, ha apuntado Alcalde, es modernizar y poner en valor esa zona para promover el fomento y el desarrollo patrimonial y natural de la ciudad. En particular quiere fomentar el interés turístico mejorando el interés de visitantes y ciudadanos con actividades de ocio, cultura y hostelería en la zona, con la recuperación de las riberas y un tratamiento naturalizado de las mismas, con vegetación autóctona y general espacios de estancia o ocio en la ciudad. Es decir, quiere el Ayuntamiento «dar una nueva visión a ese paseo, para que volvamos los toledanos a mirar al Tajo y no estar de espaldas».
Actuaciones. Todo esto se traducirá, en primer lugar, en una mejora de la conexión entre Cabestreros y Senda Ecológica en el entorno de la Casa del Diamantista, así como la mejora de la seguridad ciudadana, con la reparación de caminos, muretes y parterres, así como embarcaderos y dársenas de pescadores, incluyendo la mejora de la iluminación. La idea, en realidad, es mejorar la accesibilidad de toda la zona con la reparación del camino existente y la dotación de pendiente mínima.
Durante los próximos meses se cortará y retirará la vegetación superficial seca y se podarán las ramas bajas, para colocar a continuación parra virgen en las estructuras de madera y crear sombra. Se dotará al espacio de nuevos baños. Habrá un refuerzo de taludes estabilizadores con rodillos de madera de pino.
La iluminación tendrá una nueva línea de alimentación de alumbrado público, con nuevas farolas que sustituirán a las no operativas, se pondrán nuevas lámparas más sostenibles, y se pondrá una nueva iluminación para potenciar la vegetación natural.
Mejorará el abastecimiento de las fuentes existentes con nuevas acometidas, mejora de las tuberías deterioradas y la instalación de un árbol de agua. Se renovará también la red de riego.
Finalmente, Alcalde ha confirmado el interés del primer edil, Carlos Velázquez, por continuar con el museo de escultura al aire libre Río Tajo, puesto en marcha por La Cornisa. El artista Jule, su promotor, tiene al menos un par de obras más comprometidas.