Es uno de los actores más conocidos y con más trabajo de España, siempre en proyectos interesantes, ya sea en teatro, televisión o cine. A pesar de sus ocupaciones, reserva un espacio para una entrevista teléfonica, ofrece un caluroso recibimiento y se presenta según aparece en pantalla, cercano y amable a partes iguales, pidiendo disculpas y muy agradecido. Es Javier Gutiérrez, 'Satur' en Águila Roja o el entrenador de Campeones, entre otros cientos de papeles. Mañana regresa al Teatro Palenque.
El sábado vuelve a Talavera, en esta ocasión con El Traje, una crítica feroz al consumismo pero también a la corrupción.
El Traje era un encargo que en su día hicimos a Juan Cavestany para hablar sobe la corrupción, en el año 2012, y con el paso del tiempo hemos vuelto a retomar el espectáculo y nos hemos dado cuenta después de una pandemia y dos crisis como las que hemos vivido a nivel global y también en este país, que el espectáculo o el texto no solo ha envejecido bien sino que igual temas que no estaban tan presentes o no cobraban tanta importancia en su día, igual ahora sí lo hacen, y que ese tema de la corrupción al que nosotros en su día le dimos prioridad, ahora pasa a estar un poco desenfocado y si me apuras casi en un segundo plano. Creo que se habla más de la soledad del individuo, de la deshumanización de la sociedad, de ese capitalismo salvaje como puede ser un primer día de rebajas en el que la sociedad nos echamos a la calle a consumir de una forma voraz y atroz... creo que hay muchísimos temas que nos atañen a todos y todo está escrito desde un humor muy negro, muy sarcástico y que no deja indemne a ningún espectador. De una forma u otra nos interpela al público.
¿Cómo se inicia la trama de Cavestany que después permite abordar tantos temas?
«Nos hemos acostumbrado a la corrupción, ya está normalizada" - Foto: Sergio ParraPara situar al espectador, esto es el primer día de rebajas y un personaje va a comprar un traje a los grandes almacenes, no se sabe muy bien con qué objetivo, y en la lucha por conseguir ese traje tiene una disputa con una señora mayor que sufre un percance y entonces es investigado, interrogado por el personaje de Luis Bermejo, en una especie de sótano, oficina, catacumba de esos grandes almacenes que es donde se desarrolla la acción. Allí se habla de muchos temas, la soledad es uno de ellos.
Pero más allá de esos dos personajes hay también otros de los que se habla y sobre los que pendula la función, que son esa persona mayor y el hijo y la mujer del personaje que yo interpreto.
¿Realmente, qué simboliza o representa El Traje?
Depende de para quién. Un traje puede significar muchísimas cosas, es cierto que en su día estaba relacionado con ese uniforme de delincuente de guante blanco, pero si me hablas de nuestro traje, es un pretexto para hablar de la sociedad y de muchos temas que nos atañen de una forma u otra a los ciudadanos de este país.
Se busca así remover conciencias...
Yo creo que el teatro, al igual que el cine, más allá de entretener tiene un objetivo que es educar e invitar al espectador y al público a la reflexión. Evidentemente no somos tan ingenuos como para pensar que con el teatro vamos a cambiar el mundo pero sí que el espectador además de pasárselo muy bien con una función como esta, sí va a salir con muchas preguntas a cerca de diferentes cuestiones acerca de su vida personal y de la sociedad en la que vivimos, que para eso está el teatro.
La risa y la comedia es un buen vehículo además para que el espectador entre en ese universo o transite por esos territorios de una forma mucho más cómoda que si fuera un drama o una tragedia.
Con humor siempre entran mejor las cosas.
Sí, a la vista está. Nosotros llevamos parte de la gira y lo cierto es que el público se divierte muchísimo a la par que reflexiona con los diferentes temas que abordamos.
La corrupción es la base de la obra, de plena vigencia en su estreno, en 2013, ¿ahora más escondida o quizá más normalizada?
Por desgracia está normalizada, e s algo que forma ya parte del sistema y que atañe de una forma u otra a casi todos los partidos políticos por desgracia para nosotros, los ciudadanos de este país. Es más, creo que según revela un último estudio si hace unos años era uno de los temas que más preocupaba a la sociedad española, ahora no está ni entre los cinco primeros temas que más preocupa a la ciudadanía. Por un lado nos habla de que os hemos acostumbrado o malacostumbrado a que los políticos sigan manteniendo ese nivel de corrupción al que hace años mirábamos con ojos estupefactos, mirada atónita.
Luis Bermejo le acompaña sobre el escenario. No es la primera que trabajan juntos, ya lo hicieron en Los Santos Inocentes y la conexión es total. ¿Cómo es trabajar con él?
Somos compañeros desde hace más de 20 años, coincidimos en una primera etapa en Animalario y luego en cine, televisión y es uno de los grandes actores para mi gusto de este país. Siempre digo que es una extraña mezcla entre Michel Piccoli y Buster Keaton, y es un actor muy peculiar, con una forma de interpretar muy personal que conecta directamente con el público de una manera pasmosa. Más allá de eso, pasados los años, aunque no soy una persona muy mayor pero ya tengo cierta experiencia, le doy mucha importancia a los compañeros de viaje y este viaje está siendo una auténtica delicia, yendo de la mano de Luis Bermejo y Juan Cavestany, compañeros y amigos desde hace años.
Es uno de los actores que más trabaja de España, ya sea en teatro, ahora con El Traje, en cine o televisión. Además de esta gira teatral, ¿qué proyectos presentes o futuros tiene entre manos?
Pues acabo de terminar 'El crimen de Asunta' o 'El caso Asunta', aún no sé cómo se va a titular, una serie producida por Bambú, que estrenará Netflix el año que viene, sobre el asesinato de la niña asiática por sus padres; luego estreno Honeymoon, una película junto a Nathalie Poza y María Vázquez, una historia sobre el amor, el desamor y las relaciones de pareja, y comienzo en breve otro rodaje, una serie para Movistar, La vida breve, una serie de época.