El toledano Ángel Gómez puso a prueba su resistencia una vez más. Esta vez en una cita importante, el Mundial de Backyard Ultra. El representante del Club Deportivo Cerro del Bu consiguió su mejor marca desde que practica esta modalidad, al aportar al equipo español un total de 30 vueltas y 203 kilómetros. Su techo anterior estaba en 26 vueltas.
Y es que, hay que recordar que los 37 países participantes compitieron cada uno en su territorio, en la localidad de La Parra en el caso del español, con 15 componentes, con el objetivo de completar un circuito de 6 kilómetros y 705 metros en una hora, tantas veces como fuera posible, hasta que solo quede uno.
España superó con creces el récord nacional, al terminar con 496 vueltas (451 en el último Mundial). Así, el campeón acabó siendo Oriol Antolí, con 51 vueltas y 350 kilómetros. Pero para llegar a esa marca tuvo que encontrarse con la oposición del asturiano Dani Corvo. El registro les ha servido para acabar en la duodécima posición, muy cerca del podio, un resultado que cubre con creces las expectativas depositadas antes del campeonato, al mejorar siete posiciones respecto al 'ranking' previo.
Ángel Gómez toca techo en el Mundial«Era un circuito muy duro, que tenía de todo, así que tuvimos que apoyarnos mucho entre todos; funcionamos como equipo», explica Ángel. Según confiesa, a partir de la vuelta 28 empezó a pasarlo fatal, con quemaduras en los pies fruto del impacto con el asfalto y muchos problemas en los tibiales. «Creía que no llegaba, después de hacer tanto esfuerzo, pero lo conseguí y pude hacer una salida más gracias a mi mujer», asegura.
Es Henar, la parte escondida de esas 30 vueltas, pero igual de responsable. De hecho, el toledano quiere reconocer el trabajo de los asistentes de los corredores, y en este caso el de su pareja: «Tengo mucha suerte al contar con ella, porque no solo me da masajes, me hace comida para poder recuperar o va recogiendo los tiempos, sino que me apoya emocionalmente». Es tal su participación que para Ángel «es la mitad de este resultado; resulta fundamental para que podamos hacer esta animalada».
Por lo demás, el atleta quiere resaltar el beneficio que reporta este tipo de pruebas a las zonas rurales, como medida de reactivación económica y social. «Lo que vivimos fue apasionante, con la gente apoyándonos en el pabellón y aclamándonos por las calles a nuestro paso», indica Ángel Gómez, que a estas horas todavía se recupera de un esfuerzo titánico.