María Pilar Ricarda Gómez Gómez, artísticamente conocida como Pilar Gómez Ferrer, nació en Toledo, en la calle Instituto número cinco, a la una y media de la madrugada de un 7 de febrero de 1910, hija del también actor y director Francisco Gómez Ferrer, quien fuera uno de aquellos 'cómicos de la legua' cuya madre, Adelina Gómez Uzal, fue una conocida actriz toledana nacida en 1877. Nieta de artistas, llevaba la interpretación en la sangre y por ello dedicó su vida a este noble oficio. La estela cinematográfica de Pilar Gómez es larguísima y la tenemos presente en las más de 130 películas en las que participó. La mayor parte de los papeles que interpretó fueron como actriz de reparto, pero es cierto que todos recordamos su rostro y su presencia en tantas y tantas películas que forman parte de nuestra memoria cinéfila.
Pilar debutó en el teatro siendo una niña, pues con tan solo cinco años actuó en la compañía de su padre, en las obras La Pasionaria y Margarita. La encontramos actuando en el Teatro de Rojas de Toledo en 1919, en la obra Los dos pilletes, junto su hermano Pepito Gómez Ferrer, que también empezó muy joven su carrera artística. La crítica de su actuación en el Teatro Rojas fue de lo más espléndida y se indicó que si la representaba en Madrid, había que estar pendientes de la crítica en la capital. En la década de los 20, la labor de Pilar Gómez fue principalmente teatral, y la encontramos actuando en la obra El sordomudo o Cancionera (1925), de los Hermanos Quintero. Pilar se casará en la parroquia de San Nicolás de Madrid un 27 de abril de 1932, con el actor y agente de actores Francisco Luna Baños (1897-1985), cuyo hermano, Manuel Luna, también fue un importante actor de la época. Poco después dio a luz a una niña llamada Adelina Luna Gómez (1933-1996) conocida como Delia Luna, la cual fue actriz de cine y sobre todo de doblaje. La voz de Delia Luna la recordamos sobre todo por el doblaje de Blanche Deveraux de la serie Las Chicas de Oro y por la de Sue Ellen en Dallas.
Después de ocuparse de la crianza de su hija, Pilar Gómez continuó su labor profesional a finales de 1934, volviendo a interpretar algunos papeles teatrales con la compañía de Manuel Ligero y Blanquita Pozas. En el año 1935 pasó a la compañía de Isabel Barrón y de Ricardo Galache, participando en obras como El Rey Negro o La risa. En 1946 la encontramos en la obra El Rey de Judea y sería en 1949 cuando comienza su labor en el cine, la cual le ocupará la mayor parte de su vida laboral, durante casi 30 años. En 1952 actuó en la película La Estrella de Sierra Morena, en el papel de doña Tecla y posteriormente participa en títulos como Los ladrones somos gente honrada (1956), Calle Mayor (1956) de Juan Antonio Bardem o Un ángel pasó por Brooklyn (1957), junto a los conocidos Pablito Calvo y Peter Ustinov. También en 1959 trabajará con Fernando Fernán Gómez en la película La vida alrededor. Ya en 1960 destacamos su papel en Maribel y la extraña familia, que dirigió el inolvidable José María Forqué, aunque también en 1960 vuelve a trabajar con Fernando Fernán Gómez en Sólo para hombres. Los seguidores de la famosa Marisol recordarán que en su segunda película titulada Ha llegado un ángel (1961) aparece Pilar Gómez, en el papel de portera, algo que Pilar sabía representar muy bien, así como los personajes de ama de casa, de clienta habitual o de vecina campechana, de las que todos tenemos en nuestro barrio o bloque.
Toledanos de cine (II)Volvió a trabajar con Pablito Calvo en la película Alerta en el cielo (1961) y repetiría con Marisol con las películas Tómbola (1962), La nueva Cenicienta y Búsqueme a esa chica (ambas de 1964) y en Solos los dos (1968). Con Fernán Gómez volvería a coincidir en 1962 en la adaptación de La venganza de Don Mendo, representando el papel de Duquesa; por aquel entonces la encontramos con el director Jesús Franco en la película Gritos en la noche, en un papel muy diferente a los que estaba acostumbrada a hacer. Otro de los títulos de la filmografía de Pilar Gómez y que muchos recordamos gratamente, es Del rosa al amarillo (1963) dirigida por Manuel Summers, con el que trabajará también en el film La niña de luto (1964). En La chica del trébol (1963) Pilar Gómez coincidiría con otra niña prodigio y fantástica cantante, como fue Rocío Dúrcal, con la que trabajaría en otros tres títulos: Acompáñame (1966), Buenos días, condesita y Amor en el aire (ambas de 1967). Destacaremos los papeles de Pilar Gómez en varias coproducciones con Francia, Italia o Inglaterra, aunque entre todas ellas destaco un clásico del cine como fue Doctor Zhivago (David Lean, 1965). Colaboró con la inigualable Lina Morgan en Soltera y madre en la vida (1969) y con Concha Velasco y Manolo Escobar en Juicio de faldas (1969).
Llegados los años 70, Pilar Gómez continuó participando en películas sobre todo de humor, si bien al finalizar esta década intervino en diversos títulos pertenecientes a lo que se ha venido llamando como "el destape", encontrándola en la primera mitad de aquellos años en películas como Vente a Alemania Pepe (1971), Mi hijo no es lo que parece (1974), El calzonazos (1974), Pim, pam, pum… ¡fuego! (1975) o Los pájaros de Baden-Baden (1975). Ya desde aquel año 1975 comienza a aparecer en títulos como Cuando el cuerno suena… (1975), Mi mujer es muy decente, dentro de lo que cabe (1975) o Virilidad a la española (1977), marcadas todas estas por los nuevos aires que corrían en España y que también se manifestaron en el cine y en los guiones más pícaros que demandaba una parte del público. Atrás quedaron otras decenas de títulos que han pasado a la historia del cine español como Jenaro el de los 14 (1974), Celedonio y yo somos así (1977), Cuentos de las sábanas blancas (1977) o Estoy hecho un chaval (1977).
Una fecha importante -y triste- en la vida de Pilar Gómez, fue el 15 de enero de 1985, ya que falleció Francisco Luna, su marido, y con el que compartió casi 53 años de matrimonio, si bien es cierto que Pilar vivió otra fecha muy dolorosa, es decir, el 3 de febrero de 1996, día en el que falleció su hija Delia al poco de cumplir los 63 años. Nuestra querida Pilar Gómez Ferrer, falleció en Madrid el 27 de septiembre del año 2009 a los 99 años, enterrándose su cuerpo en el madrileño cementerio de La Almudena. Una toledana más, que merece nuestro recuerdo y homenaje por toda una vida dedicada al séptimo arte.