Los atletas volvieron a tomar el Casco Histórico de Toledo, habitual territorio de turistas, en una sexta edición de la Carrera Nocturna que volvió a saldarse con un verdadero éxito, tanto de participación como de público. El ucraniano Rostyslav Pevtsov (Pina-Beatriz-Tritoledo) y la capitalina Sonia Labrado (Bikila) se convirtieron en los auténticos reyes de un terreno que suele estar vedado para los deportistas.
Para empezar, la carrera, organizada por la asociación de vecinos La Mezquita, volvió a cumplir con la primera de las grandes previsiones. Agotó todos sus dorsales para dar cabida a 1.500 corredores en una cita que trasciende el ámbito deportivo. Y es que, además de lograr un trofeo y el aplauso de los presentes, los participantes colaboraron para ganar una pequeña batalla por una buena causa, puesto que se disputó a beneficio de la Fundación Niemann Pick.
Ya el comienzo resultó tan aparatoso como de costumbre, aunque por suerte la meteorología respetó sin descargar demasiada lluvia sobre el peligroso empedrado toledano. El millar y medio de atletas sorteó la primera curva en Zocodover como se pudo para después lanzarse, evitando las caídas, a tumba abierta por un circuito tan complicado como espectacular.
Los favoritos iniciaron la cita extremando las precauciones, porque «se producen muchos golpes y empujones al principio», tal y como reflejó Sonia Labrado. Una vez en carrera y por trayectos más anchos, los grandes candidatos empezaron a abrir una brecha importante que les permitiera llegar con cierta ventaja a los últimos kilómetros de vuelta a Zocodover.
Entre los chicos, el más fuerte fue un Rostyslav Pevtsov que se impuso con suficiencia a sus rivales, aunque indicó al finalizar la prueba que «ha sido muy complicada». Más que por los enemigos, «por el recorrido», que también le pareció «muy espectacular».
Algo similar le sucedió a Sonia Labrado, que una vez sorteados los primeros metros de tumulto halló un buen ritmo «para ir abriendo hueco» con las rivales. La toledana se mostró feliz tras lograr su primera victoria «en una prueba que no había corrido nunca, aunque tenía muchas ganas de hacerlo». Buen punto de partida para ella de cara a una temporada en la que espera grandes cosas y en la que comienza, como Pevtsov, reinando en el Casco Histórico.