Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


El PSOE después de las elecciones

06/04/2023

¿Qué pasará en el PSOE sí pierde las elecciones? En ese supuesto, ¿seguiría Pedro Sánchez al frente del partido? De momento, son preguntas sin respuesta abiertas a las conjeturas. Aunque hay voces dentro del Partido Socialista muy críticas con Pedro Sánchez, que en nombre de lo que podríamos llamar la ortodoxia socialdemócrata alertan sobre lo incierto de la coyuntura. Hace unos días, Tomás Gómez que fue secretario general de la Federación Socialista Madrileña, decía que Sánchez no debería ser el candidato del partido a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones. Gómez argumentaba tan radical opinión en línea con la de otros ex dirigentes socialistas, caso del ex ministro César Antonio Molina, quien llevan algún tiempo denunciando la desnaturalización que, a su juicio, ha sufrido el PSOE como consecuencia de los pactos y componendas llevadas a cabo por Sánchez a lo largo de los años que lleva al frente del Gobierno.
También llamaron la atención unas declaraciones de Alfonso Guerra en las que decía que: "El partido está en una encrucijada y debe decidir entre mantenerse en la tradición socialdemócrata o mutar al radicalismo". El ex vicepresidente del Gobierno se dolía por las alianzas trabadas por Sánchez con los separatistas de ERC y Bildu."Privilegiar a los que quieren destruir la democracia es imposible de entender", señalaba, denunciando esos acuerdos con quienes se declaran contrarios a la Constitución y que según su decir: "Están cavando una fosa alrededor de las instituciones".
Hay un factor común en las críticas que proceden de antiguos dirigentes del PSOE, todas apuntan a la desnaturalización del partido, a su transformación de organización federal en estructura vertical al servicio de una concepción personalista de la política y del poder. En los comités federales no hay debates. Se limitan a acatar las decisiones de Pedro Sánchez. Sánchez, que en su día fue expulsado del partido, regresó para desactivar todos los contrapesos internos establecidos para prevenir las derivas cesaristas. Ahora es una organización en la que solo manda quien, por cierto, ha llevado al partido a sus peores resultados electorales en los últimos cuarenta años.
Mientras retenga la Presidencia del Gobierno, merced a sus alianzas parlamentarias, las cosas seguirán como están. Cosa diferente es lo que pueda pasar sí pierde las próximas elecciones no puede reeditar el polinomio Frankenstein y se ve forzado a pasar a la oposición. Entonces se abrirá para el PSOE un período de gran tensión e incierto porvenir. También para el propio Pedro Sánchez.