El PP destapó una de las medidas con que pretende frenar la sangría residencial que sufre el Casco histórico de Toledo. La candidatura que encabeza Carlos Velázquez anunció su intención de abrir el conjunto del distrito al tráfico rodado para los empadronados, eliminando las actuales restricciones parciales que delimitan los pivotes retráctiles y que impiden el acceso a determinadas zonas. El plan pretende «contribuir a mejorar la movilidad de todos aquellos que viven en el Casco», uno de los principales escollos que encuentran sus vecinos.

«Se da la circunstancia de que una persona que viva en la calle Santo Tomé y tenga su garaje en la calle Trinidad puede acceder a su garaje, pero no tendría autorización para acceder hasta su casa con el coche por el pivote de Santo Tomé», detalló Velázquez, quien eligió la plaza del Salvador como escenario de la convocatoria y se fotografió con el pivote subibaja que restringe el acceso a Santo Tomé.

El objetivo del PP con esta liberalización del tráfico sólo para residentes es ofrecerles «más facilidades» y propiciar una mejor calidad de vida. «Que estén más cómodos». La propuesta de «permitirles el acceso por todas las zonas de tráfico restringido» se materializaría con la apertura completa del barrio para los vehículos de los empadronados.

En el PP lamentan la falta de incentivos ofrecidos para establecerse en el Casco, tanto para fijar a los que ya residen como para atraer nuevos moradores. El número uno de la lista al Ayuntamiento de la capital regional refirió «una profunda preocupación por la pérdida de habitantes del Casco». El atractivo residencial del barrio es uno de los asuntos que está centrando la precampaña en Toledo. La candidatura del principal partido de la oposición señala al Ejecutivo municipal como responsable de la caída en el número vecinos. «Desde que gobierna el PSOE en la ciudad, hay más de 1.000 empadronados menos», aseguró Velázquez, quien lamentó que esta pérdida se haya acelerado «especialmente en los últimos ocho años».

MEDIDAS FISCALES. Para recuperar el interés por el entorno monumental de la ciudad, la batería de propuestas del PP incluye, además de la movilidad, mejoras para la recogida de basuras y en el ámbito de la fiscalidad. «Queremos contribuir a que la gente resida y evitar que se convierta en un museo al servicio de los turistas», explicó Velázquez.

La pasada semana, el PP mostró su rechazo al actual sistema de bolseo que «tanto daño hace a la imagen de la ciudad». En los próximos días, se anunciarán «medidas fiscales» aún no concretadas, pero que incluirán «una rebaja de impuestos a los que ya están viviendo y a los que quieren venir a vivir». La receta del PP para «ayudar» al Casco quiere propiciar «que haya más comercio, más vida también de noche» en un barrio castigado por la turistificación, el envejecimiento de la población y la pérdida de tejido económico.