El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, ha reclamado al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, la paralización del «impuesto revolucionario» al agua que supone «un ataque a los ciudadanos, las empresas y los ayuntamientos».
Así lo ha indicado en una rueda de prensa en la sede provincial del partido, en Ciudad Real, donde ha recordado que el Grupo Parlamentario Popular «ya reclamó» esta medida en las Cortes de Castilla-La Mancha, ya que se trata de un «agravio sin precedentes a la autonomía municipal y al futuro del desarrollo de todos los municipios».
Cañizares ha señalado que este Canon del Agua «es un invento de Page de última hora», que fue aprobado pocos meses antes de las elecciones, y que está destinado únicamente «a llevar el dinero de los ayuntamientos a la Junta, amparándose a una directiva europea del año 2000».
Por ello, el alcalde ha puesto de manifiesto la importancia «de la pelea de los ayuntamientos de la región», mientras «unos lo decimos y otros se callan, pero todos estamos en contra». Cañizares ha destacado que existen más comunidades autónomas que no cuentan con el Canon del Agua de las que sí lo tienen, siendo Castilla-La Mancha la octava que lo implementa.
Además, ha incidido en que Castilla-La Mancha «no es una de las regiones más ricas del país», por lo que «viene a llover sobre mojado al gravar aún más a una región que, por desgracia, sigue ocupando los puestos más bajos de desarrollo económico». «Tampoco es cierto lo que dice la Junta de que el canon sea de los más baratos, ya que es de los más caros», ha lamentado el alcalde, advirtiendo que la Junta de Comunidades solo «habla de las cuotas variables y no de las fijas».