La Policía Nacional ejercerá el padrinazgo de Marsodeto durante el próximo año. El cuerpo de seguridad recibe de manos del arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, una distinción que en los más de 40 años de existencia de la federación en favor de las personas con discapacidad intelectual ha recaído en destacadas figuras del mundo político, cultural o empresarial de la provincia.
Manuel Domínguez Corcobado, nombrado comisario provincial hace apenas tres semanas, agradece una encomienda que ratificará el «espíritu de servicio que define a la Policía Nacional». El responsable del cuerpo en Toledo se detiene en la «oportunidad para construir puentes» que supondrá la cercanía entre ambas organizaciones.
El comisario se refiere a la Policía Nacional como «una institución al servicio de la ciudadanía», una vocación que se concreta en la protección de los colectivos con mayores dificultades o menor visibilidad. El nuevo padrino plantea a Marsodeto «ser amigos y aliados en este camino», una aventura que recorrerán juntos hasta la primavera de 2026.
«Será un tiempo de aprendizaje y trabajo compartido», detalla Domínguez Corcobado. «Nos da la oportunidad de aprender de vuestra fortaleza; sois un ejemplo de superación», les dice a las personas con discapacidad y sus familias. Su antecesor al frente de la Policía en Toledo, Carlos San Román, ensalza el «espíritu asistencial y solidario» del cuerpo. A finales del pasado año, y con motivo del bicentenario de la fundación de la institución, se celebró la primera edición de la carrera 091, un evento cuya recaudación se destinó a Marsodeto. La segunda edición tendrá lugar el próximo 2 de noviembre.
Domínguez Corcobado loa el ejemplo que supone el arzobispo Cerro, padrino saliente. «Quiero expresar nuestra admiración y respeto al padrino saliente. Recogemos su legado con humildad», añade. El prelado, por su parte, agradece la experiencia disfrutada y se compromete a permanecer «enganchado a esta realidad». El titular metropolitano señala la falta de amor y ternura como ejemplos negativos de discapacidad. Además, remarca la grata impresión que «la labor de las familias» le produce. Los apoyos más próximos que las personas con discapacidad tienen «suscitan esperanza».
La presidenta de Marsodeto, Trinidad Escobar, reclama una mirada al prójimo para «darnos cuenta de lo que hay alrededor». Su esfuerzo en favor de los derechos del colectivo se extiende «día a día». Del padrinazgo recién finalizado destaca su generosidad. «Has demostrado la santidad con nuestras familias y nuestros chicos». Carolina Gómez, de Down Toledo, felicita al arzobispo por «una tarea realizada con humildad y empatía».
El director general de Discapacidad, Chesco Armenta, se felicita por la «confianza mutua» con que la administración y las asociaciones del tercer sector trabajan. Al mismo tiempo, augura un esplenderoso futuro a Marsodeto, una inciativa forjada a través de la «historia de muchas personas que han dado lo mejor de sí mismas durante todo este tiempo».