El yacimiento de Malamoneda, declarado por la Junta de Comunidades Bien de Interés Cultural en 2008, constituye uno de los conjuntos más interesantes de los Montes de Toledo. El paraje retirado de Hontanar alimenta la impresión de hallarse en un lugar solitario, especial, cuya torre desvencijada se remonta al siglo XIII. La soledad deviene administrativamente en desamparo público, con instituciones orilladas frente a las frecuentes advertencias, como la de la Lista Roja de Hispania Nostra. Ahora, dos fotografías captadas la semana pasada evidencian el abandono y el expolio impune.
Unos aficionados tomaron unas fotografías de Malamoneda el día 14 y regresaron al domingo siguiente. Enseguida, repararon en que el conjunto había menguado. Un dintel de granito había desaparecido; y retrataron esa pesada ausencia. En esas 96 horas, unos desconocidos recurrieron necesariamente a maquinaria pesada para transportar esa parte de la entrada de una ermita frustrada del siglo XX.
«Lo que me temía», lamentó el presidente de la Asociación Cultural 'Montes de Toledo', Ventura Leblic, cuando este diario le mostró las fotografías. El representante cultural sospechaba que pudiera ser ese el dintel desaparecido del yacimiento. De esta manera, aclaró que pertenecía al intento malogrado de la construcción de una ermita bajo la advocación de la Virgen de Gracia, a principios del siglo XX, que devino finalmente en una labranza.
Fotografía captada en el mismo lugar el pasado domingo, ya sin el dintel.Los autores de las fotografías y el propio Leblic han avisado ya a funcionarios de patrimonio de la sustracción del dintel. «Malamoneda es un BIC. No se pueden llevar el dintel», reprocha el presidente de la Asociación Cultural 'Montes de Toledo', quien denunciaba una vez más el abandono de la Torre de Malamoneda, símbolo patrimonial de los Montes de Toledo.
La sustracción de la pieza hace que flote el problema común de los yacimientos apartados de las poblaciones; en este caso, el yacimiento está localizado a seis kilómetros de Hontanar. Además, el desinterés de las administraciones resulta patente por las denuncias acumuladas sobre el riesgo patrimonial de la demora de las obras afianzamiento.
«Las administraciones deben intervenir económicamente», tercia Leblic sobre ejemplos medievales como el de Hontanar. E insiste en que el colectivo persigue sólo la consolidación de la torre de 800 años de antigüedad.
El tiempo y la depredación humana han enflaquecido estos restos. El paraje de Malamoneda presenta vestigios de asentamientos de la época romana, visigoda, árabe y de la reconquista. Se trataba de un importante asentamiento en la época romana, probablemente alrededor de una gran vicus (barrio o pequeña aglomeración urbana). En el asentamiento, destaca la necrópolis, compuesta de hasta un centenar de sepulcros toscamente abiertos en las rocas graníticas del valle.
Hontanar figura en el vagón de cola de las poblaciones de la provincia con sus 150 empadronados. Su debilidad impide también un aprovechamiento del indudable tirón de Malamoneda, con una notable cantidad de visitantes. Probablemente por ello, el centro de interpretación del yacimiento, localizado en el pueblo y con unos 20 paneles sobre las ruinas, permanece cerrado, sin insuflar vida a este hermoso municipio de los Montes de Toledo.