En el sofá de casa, con las pantunflas y manejando el mando a distancia a su antojo, el CD Toledo es mejor que todos. Otra cosa es cuando tiene que coger el autobús. La gente tiene el foco en lo de fuera, pero tendrá que esperar todavía quince días para juzgar de nuevo a su equipo. Mientras tanto, ya no le vale ni con golear a otro equipo en descenso, el CD Valdepeñas, que dio señales de su debilidad en el Salto del Caballo. Quizás, desde la grada se esperaba algo más. Eso pasa siempre. Pero es verdad que da la sensación de que estos jugadores tienen mucho más dentro de lo que proyectan. Y en este partido volvió a quedar patente.
Empezó como empezó. Con un córner. Con dos llegadas. En la segunda, Stevens le dejó la pelota atrás a Manu Gavilán para empujarla. Le echó la culpa al césped de su remate alto. Era previsible que los verdes tuvieran la posesió, pero que no sometieran a su rival...
Costó crear ocasiones, y el Valdepeñas hasta corrió en varias ocasiones con espacios. Habían pasado diez minutos, pero la producción ofensiva estaba tan torcida como habitualmente. Tuvo que ser de nuevo el chaval. Mauri recibió la pelota, y, desde fuera del área, se sacó un latigazo que estuvo a punto de despistar al portero. Pegó en un defensor, y Antonio lo mandó a saque de esquina.
El partido se disputó este domingo por la mañana en el Salto del Caballo - Foto: David PérezEl partido estaba en encontrar en qué minuto se iba a desatascar. Y no era por no intentarlo. Porque Mancebo puso balones al área constantemente, pero nadie los remató en condiciones.
Estaba todo controlado, pero Hugo finalizó una salida rápida del CD Valdepeñas en la que Dani Simón se tuvo que adornar para detener la pelota.
Cumplido el minuto 26, en otra llegada al área, Mauri pensó de nuevo que lo mejor era rematar desde donde fuera. Después de un rebote dentro del área, el brasileño tiró para probar, y, después de pegar en un defensa, se coló en la portería.
El partido se disputó este domingo por la mañana en el Salto del Caballo - Foto: David PérezLo complicado estaba ya hecho. Ahora, el CD Toledo tenía que intentar resarcirse de la derrota en Azuqueca con más goles, aunque, en verdad, es algo que no cura nada. En el minuto 34, Álvaro se desmarcó perfectamente por su lado, y simplemente tuvo que darle a Mazzocchi la pelota para que la empujara en boca de gol.
Los verdes lo tenian encarrilado, y eso que el Valdepeñas no tenía intención de rendirse. Tampoco le daba para generar ocasiones. Mazzocchi quiso anotar un doblete. Tiró demasiado desviado. Apenas restaban dos o tres minutos para acabar la primera parte. La segunda se podía haber jugado en La Molineta. Por probar. Y por darle un poco de salsa a lo que quedaba de mañana de domingo.
Durante los primeros minutos de la segunda parte, los verdes intentaron seguir colando goles, pero, quizás, ya no con el mismo tesón. La oportunidad le podía llegar a los del banquillo, pero, de momento, Alfredo Santaelena no estaba mandando ninguna orden a su banquillo.
El partido se disputó este domingo por la mañana en el Salto del Caballo - Foto: David PérezMazzocchi volvió a intentar su doblete particular con un disparo defectuoso con la izquierda. El panorama era el mismo, aunque, de vez en cuando, el Valdepeñas se animó a salir para adelante. Pero al llegar a tres cuartos, se quedó constantemente sin focos.
La única llegada clara la protagonizó poco después Mancebo, que recogió un pase de Mazzocchi para toparse con Antonio. El portero estiró los brazos para salvar el tercero.
El cuadro ciudadrealeño continuó con los cambios (había hecho dos en el descanso), pero su despliegue físico no le dio para poner algo de emoción en el Salto del Caballo. García Carpintero no vaciló cuando Iker García derribó a Clovis en un lance dentro del área. No vio penalti.
Estaban ya preparados en la banda Reguera y Óscar Gómez para entrar. Pero uno de los asistentes llamó a su jefe para solicitar ayuda. Tenía molestias musculares en su pierna derecha. Se tuvo que retirar.
Los dos equipos se pusieron a calentar para no enfriarse mientras se buscaba un sustituto. Pasaron más de quince minutos hasta que todo volvió a su cauce. Yébenes Canuto cogió el banderín para poder continuar.
Por cierto, entraron en el campo Reguera y Óscar Gómez. El catalán intentó tirar en la primera que tuvo, pero se lio, se lio, y al final no encontró remate claro. Acto seguido, Mancebo se sacó de la manga otro pase a la espalda de la defensa para que Álvaro corriera hacia el portero. Tiró al muñeco.
Cada aproximación del Toledo era prácticamente una ocasión de gol. Pero ni con facilidades. En el minuto 75, Manu Gavilán y Mancebo se estorbaron. Mira que el marcador reflejaba un 2-0, pero parte de la grada se puso a pitar. El tercero no llegaba. En un saque de esquina lleno de rebotes, Mancebo acabó topándose con el palo en una vaselina.
Sin embargo, al contragolpe, sí acertó Reguera. Recibió solo dentro del área, recortó a un par de contrarios, y puso la pelota en la escuadra con su pierna izquierda. Chupi e Iván González fueron los últimos cambios de un Toledo que acabó cuesta abajo este encuentro. No servirá de nada si no se vence al Villacañas el domingo que viene.