Las calles Prado y Alfares se unieron la tarde de este jueves nuevamente a la red de calles con tráfico rodado, según confirmó ayer el alcalde de Talavera, José Julián Gregorio. Y lo han hecho, de forma oficial o con la autorización municipal, porque aún sin tenerla, desde hace días, soportaban el paso de vehículos que, más allá de garajes y residentes, atravesaban ambas vías sin ningún tipo de restricción. 

La aprobación por parte del  Ayuntamiento para la apertura definitiva de estas calles tras las obras que han mejorado pavimento y mobiliario urbano, revitalizando el eje comercial, se produce tras la instalación de la señalética necesaria para un correcto control de vehículos y de peatones, en una zona que ha modificado su estructura y que ahora cuenta con pequeñas áreas de ocio infantil. El alcalde no se planteó en ningún momento la apertura del transitado eje comercial sin las respectivas señales por considerarlo peligroso para la ciudadanía, aunque esto  haya retrasado más de lo esperado su apertura al tráfico rodado. 

En torno a las seis de la tarde de ayer se procedió a su apertura, retirando las vallas ubicadas en los laterales de ambas calles y permitiendo el libre acceso de vehículos no solo para el acceso a los garajes. Se abre con ello una importante vía de comunicación de la ciudad que ayudará a descongestionar la avenida Pío XII, que durante estos meses ha soportado en gran medida el cierre de la misma.

Tal y como informó en nota de prensa la concejala de Movilidad, y Seguridad Ciudadana, Macarena Muñoz, con la reapertura de estas vías en doble sentido a la circulación, los autobuses urbanos de las líneas 1, 4 y 5, afectadas durante las obras, retomarán sus servicios habituales a partir del lunes 26.

En referencia a la señalética, la responsable de Movilidad detalló que predomina la S-28, «creada especialmente para indicar una calle principalmente pensada para el uso y disfrute de los peatones, como pasear o incluso para que los niños puedan jugar». Por ello, «los conductores tendrán que conceder la prioridad de paso a los peatones, a pesar de que no exista ningún paso de cebra». Igualmente, se establece un límite de velocidad de 20 km/h, velocidad que «debe existir para las calles de plataforma única».

Durante las próximas semanas habrá presencia policial en las distintas calles «a fin de velar por la seguridad de nuestros ciudadanos y comprobar que se respetan las condiciones exigidas en la vía determinadas por la señal S-28».

Reconectar con la ciudad. La renovación urbana del corazón de Talavera se desarrolló con el objetivo de reconectar la ciudad con este eje comercial en la estrategia de potenciar el comercio local. La duración de los trabajos, el descontrol en algunos momentos de la zona en obras, y el retraso en la apertura ha generado malestar entre el sector comercial, que espera mejorar ahora con su apertura y con los trabajos para ayudar a revitalizar económicamente la zona.

En este proyecto se ha mejorado  no solo el pavimento, con un diseño que transmite espacios amables que invitan a los peatones a transitar con aceras más anchas, eliminando las barreras arquitectónicas para mejorar la circulación fluida pero apostando abiertamente por el peatón frente al coche. En la zona dirigida a los ciudadanos a pie, árboles y bancos para el descanso y juegos infantiles de realidad aumentada y nuevo alumbrado led, todo en consonancia con los nuevos planes de accesibilidad.

En la calle Prado, que continúa con el diseño, se ha mejorado el pavimento con dos objetivos, reducir la velocidad de los vehículos y mejorar la accesibilidad de estos con un pavimento plano y uniforme.

Ambos proyectos se han llevado a cabo con cargo a la Estrategia EDUSI, cofinanciada en un 80 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER.