Lo que un día empezó escuchando las reivindicaciones de unos padres en la radio ahora llega al Congreso de los Diputados. Es la historia de Ángela Sánchez-Pérez, que ha presentado en el Ayuntamiento de Toledo la recogida de firmas por la que busca regular el uso de los teléfonos móviles en menores, no sólo en los centros educativos sino también en los hogares. Ya acumula más de 80.000 apoyos, no sólo de la sociedad civil, sino de profesionales de la docencia, así como de orientación o pedagogía de todo el país.
En cuanto la profesora reúna la cifra de 200.000 firmas podrá presentar una propuesta de ley en el Congreso, aunque ya se ha adelantado y ha establecido conversaciones con representantes de diversos grupo políticos de la cámara nacional. También ha solicitado contacto con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y con el presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, aún sin respuesta.
Quién sí le ha recibido fue Daniel Morcillo, concejal de Educación, que pese a reconocer que no tiene competencias en la materia le abrió las puertas del Consistorio para «dar un impulso necesario» a la campaña.
Para ello, el edil municipal aseguró que convocarán pronto el Consejo Escolar de Toledo para preparar una serie de propuestas. La principal será «elevar la urgencia al consejo regional» por ser quien tiene las competencias, pero mientras tanto Morcillo propuso buscar «una especie de pacto local con los centros educativos de la ciudad» para tratar de aplicarlo por cuenta propia «si lo ven factible».
Ángela Sánchez-Pérez reveló que desde su experiencia es muy apreciable la diferencia entre los niños que usan móviles y otras pantallas de los que no, ya que «suelen estar más cansados, tener déficit de atención y un mayor retraso a nivel de psicomotricidad». Señala, además, que los niños no son capaces de demostrar su comprensión lectora en pequeños textos, apreciándose no en casos puntuales, sino en el 60 por ciento de los alumnos en una clase de cuarto de primaria. De igual forma, la docente que lidera esta campaña alerta del aumenta de casos de ciberbuylling, lo que lleva a generar más casos de depresiones, problemas de salud mental y conductas suicidas en los menores.