Varios quioscos del Polígono, abandonados y vandalizados

J. Monroy
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José Manuel Duarte llama la atención de estas estructuras abandonadas y hace un llamamiento a los concejales a que se cumplan las ordenanzas y usen sombrero y zapatillas

Varios quioscos del Polígono, abandonados y vandalizados

Han sido espacios para los mejores momentos de ocio; suministro de helados y chucherías, estanterías de cómics y periódicos, o pequeños bares de barrio. Hoy son instalaciones olvidadas y destrozadas, vandalizadas ante el abandono y la falta de preocupación municipal.

José Manuel Duarte, expresidente de la Asociación de Vecinos 'El Tajo' y crítico activo, vuelve a la carga. En su última publicación no aborda cuestiones capitales para la ciudad, pero sí lo suficientemente nostálgico para algunos y molestas para otros. Se acerca y critica el abandono de varios quioscos en el barrio del Polígono, que han quedado vandalizados y suponen incluso un peligro.

Denuncia Duarte en Redes «algunos problemas que por dejadez están ocasionando que se pase de una falta de mantenimiento endémico de lo público en la Ciudad, a la desidia y lo cutre por falta de determinación y abandono de lo más básico».

Varios quioscos del Polígono, abandonados y vandalizadosVarios quioscos del Polígono, abandonados y vandalizadosCuando el denunciante leía en La Tribuna el cierre de quioscos en Toledo por jubilaciones y por falta de rentabilidad, «cuestión que esta sucediendo en todos sitios, nadie se preocupara por estos de las imágenes, porque ni son famosos, ni se encuentran en zonas nobles».

Tres ejemplos. Se refiere a tres quioscos concretos del Polígono. El primero es un antiguo quiosco de helados en una zona muy concurrida, la calle peatonal que existe entre el parque de la Luz y el pabellón deportivo del barrio «para que los visitantes lo vean bien», muy cerca también del instituto Alfonso X. Lejos están los tiempos en los que, con el cine de verano al lado, helados, refrescos y golosinas salían de allí a sin cesar. Hoy un incendio, posiblemente provocado, ha carbonizado su zona superior, tapando así otros vandalismos como las pintadas. A pesar de todo, allí continúa.

Un uso similar debió de tener «una de las joyas de los quioscos abandonados de la ciudad, símbolo de la desidia municipal», situado en la confluencia de Cascajoso con Laguna de Arcas, cerca de la pistas de atletismo del barrio. La dotación llega a conservar todavía la estructura de su antiguo toldo.

Varios quioscos del Polígono, abandonados y vandalizadosVarios quioscos del Polígono, abandonados y vandalizadosEl tercer ejemplo es múltiple. Duarte nos traslada al paseo de Manuel Hernández, en la zona baja del parque de Los Alcázares. Las estructuras municipales que allí se levantan han sido un poco de todo y de nada, bares, churrerías... y a la postre espacios abandonados y deteriorados, plenos de pintadas. Al menos hoy están cerrados, porque en su día, con la puerta abierta, fueron nidos de muchas cosas, ninguna buena.

En este caso Duarte no demanda nada, solo recuerda al Ayuntamiento, «que las ordenanzas se hacen para ser cumplidas, y a los concejales, que las zapatillas y el sombrero existen».