Ninguna provincia de España puede enviar ganado vacuno, ovino o caprino más allá de los Pirineos, a menos que sea para ser sacrificado. Así está la situación con la enfermedad hemorrágica epizoótica, que no para de extenderse gracias, en gran parte, a las benignas temperaturas que se están registrando en toda España. Este cálido otoño está facilitando que el mosquito que transmite la enfermedad siga activo, de manera que continúan apareciendo nuevos focos por toda España.
Según la última actualización del Ministerio de Agricultura -de la semana pasada-, desde la previa -27 de septiembre-, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, laboratorio nacional de referencia, ha confirmado casos de EHE en 30 nuevas comarcas de Orense (1), La Coruña (3), Cantabria (2), La Rioja (3), Ávila (2), Burgos (2), Segovia (2), Soria (2), Valladolid (2), Zamora (3), Huesca (1), Zaragoza (1), Sevilla (1), Cuenca (2), Toledo (1) y Lérida (2). Tal y como se puede leer en el informe, se observa una mayor afectación clínica en animales mayores de 24 meses, machos, de razas no rústicas (Limusín, Rubia de Aquitania, sus cruces...) y en sistema de producción extensivo.
La localización de los nuevos focos implica modificaciones en la zona desde la que se restringe el movimiento directo para vida (no así para sacrificio) hacia otros estados miembros de la Unión Europea, de acuerdo con lo establecido en el Reglamento Delegado (UE) 2020/688 de la Comisión, de 17 de diciembre de 2019, de manera que quedan prohibidos los movimientos procedentes de explotaciones ubicadas en todo el territorio peninsular. Respecto a los movimientos nacionales, los animales y vehículos deben estar desinsectados para movimientos desde la zona afectada hacia zona libre, con ausencia de sintomatología en ganado bovino.
Vetado el movimiento de ganado a Europa en toda la península - Foto: JMPLComo ya se hizo saber desde un principio, no se establece ningún tipo de restricción con relación al movimiento o consumo de productos de estos animales (carne, leche, piel, etc.), ya que la EHE no es una enfermedad que pueda afectar a los seres humanos.
Mientras tanto, los ganaderos siguen sufriendo las consecuencias con una respuesta dispar por parte de la Administración en función de los territorios. Algunas comunidades autónomas ya han anunciado ayudas, como Castilla y León, aunque en este caso la escasez presupuestaria ha hecho pedir a los responsables del Gobierno regional cofinanciación por parte del Ministerio de Agricultura, cuya inactividad lamentan. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, advirtió que ser ministro en funciones «no significa estar cruzado de brazos mientras se mueren las vacas» como consecuencia de la EHE.
Fernández Mañueco acusó a Planas de haberse «puesto de perfil» ante la enfermedad y reprochó al Gobierno de la nación que no haya puesto en marcha medidas urgentes para eliminar esta enfermedad o compensaciones por las pérdidas de los afectados con una indemnización homogénea en todo el territorio nacional. «Es su competencia y es su obligación, por ser una enfermedad de declaración obligatoria de acuerdo con la normativa europea», recordó el jefe del Ejecutivo de Castilla y León al ministro, al que ha acusado también de tomarse en este asunto «con mucha calma» cuando fue «muy rápido» en la inmovilización del ganado por el saneamiento a golpe de boletín oficial y «sin previo aviso» al Gobierno autonómico, cuando, según Fernández Mañueco, pudo actuar de manera más eficaz.
Cantabria, por su parte, habilitará en los próximos días un plan de contingencia dotado con 750.000 euros para compensar a ganaderos que han perdido reses por esta patología. La Rioja anunció hace unos días, tras la celebración de la Mesa Ganadera con la participación de las organizaciones agrarias, la movilización de 10 millones de euros que, aunque pueden aliviar a los ganaderos, proceden del montante que corresponde a la PAC y entran dentro de los anticipos que también ofrecerán otras regiones, por lo que no suponen una ayuda extraordinaria. El Gobierno riojano explicó que el dinero estará disponible a partir del día 16 de este mes.
A verlas venir.
Sin embargo, en otras comunidades, de momento, no hay respuesta por parte del Gobierno autonómico. ASAJA Castilla-La Mancha ha alertado de la agonizante situación que atraviesa el sector de bovino de la región como consecuencia de la extensión de la enfermedad hemorrágica epizoótica, que ha supuesto la puntilla para unos ganaderos castellano-manchegos que llevan acumuladas tantas pérdidas que están viendo en peligro la viabilidad de sus explotaciones. En este sentido, la organización agraria ha pedido al Ejecutivo regional que trabaje para que, al igual que están haciendo otras comunidades autónomas como Cantabria o Castilla y León, se reconozca la EHE como una causa mayor y se articulen medidas e indemnizaciones por pérdidas de animales afectados.
ASAJA Castilla-La Mancha ha señalado que, ante la imposibilidad o inexistencia de tratamientos para la enfermedad y la falta de previsión ante la misma, las Administraciones deben corresponsabilizarse. En este sentido, la organización agraria ha demandado a la Administración autonómica que inste también al Gobierno nacional para que no sólo se asignen partidas presupuestarias concretas para paliar las pérdidas, sino también que se involucren en las actuaciones, se cambien protocolos de las ganaderías extensivas y se flexibilicen las exigencias al sector, entre otras cuestiones.
Campaña informativa.
El pasado viernes día 6, la Alianza UPA-COAG, en colaboración con COBADU (la cooperativa más importe de Castilla y León), celebró una Jornada Informativa sobre la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE). Esta charla supuso el primer acto de la campaña divulgativa que desarrollan ambas entidades por las zonas más afectadas por la enfermedad epizoótica. A estas jornadas pueden acudir todos los ganaderos que quieran. «Es evidente que los ganaderos no pueden afrontar en soledad, y sin la más mínima información, las nefastas consecuencias que acarrea la enfermedad en bajas, en disminución de rendimientos, en incremento de gastos veterinarios y demás efectos perversos». La iniciativa de la Alianza y COBADU pretende «paliar el silencio clamoroso de la Administración a la hora de informar a los ganaderos sobre las actuaciones a desarrollar ante las aciagas consecuencias mencionadas».