Hacienda obliga al Ayuntamiento a responder de 'Toletum Visigodo SL'

latribunadetoledo.es
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El Ministerio no tramita ni un papel mientras se oculte información contable de empresas públicas y aunque la Junta también es accionista carga la responsabilidad sobre quien preside

Toletum Visigodo SL está a punto de abandonar, por obligación, el limbo contable en el que ha transcurrido su intensa vida desde que en el año 2000 dejó entrar capital privado, todavía bajo el nombre de Empresa Municipal Vega Baja. Esta semana va a pasar a depender del Ayuntamiento de Toledo que, a su vez, tendrá que rendir cuentas al Ministerio de Hacienda dentro del presupuesto consolidado de la entidad, en el que se incluyen los patronatos y la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). Por un golpe de suerte, la bienvenida se celebrará con superávit y la fiesta, sorpresa para más de uno, tendrá lugar durante el Pleno del jueves.

Fuentes municipales explican que la operación viene impuesta por el Ministerio que ha colocado al Ayuntamiento de Toledo en la lista negra por ocultar información contable y no le tramita ni un papel hasta que ponga todas las cartas sobre la mesa.

De hecho este ha sido el principal factor para que en Madrid se haya rechazado el plan de reequilibrio de la EMV que, para rizar el rizo, es el auténtico accionista municipal de Toletum.

Es verdad que el accionariado se divide en un 40% para la EMV, otro tanto para la Junta de Comunidades y un 20% para los socios privados. Por lo tanto cabía discutir si la contabilidad debía colgar del Ayuntamiento o de la Administración regional pero la normativa indica que en caso de empate la responsabilidad recae sobre quien ostenta el grado más alto y, en este caso, el presidente de la empresa mixta es el alcalde de Toledo.

De manera que al actual regidor (y también presidente de la EMV, así que no tiene escapatoria) le ha tocado asumir las consecuencias de una iniciativa que pusieron en marcha sus predecesores en el cargo.

El trago será menos amargo porque Toletum cuenta con unos ingresos por el arrendamiento del solar que ocupa lo que queda de la Clínica del Rosario que ya han permitido acabar en positivo un ejercicio que se preveía con pérdidas.

El centro médico ha pagado 310.689 euros por cuatro años de atrasos y de aquí en adelante debería abonar cada año alrededor de ochenta mil euros que, en principio, garantizan pequeños beneficios anuales ya que la empresa mixta tiene gastos inferiores (27.500 de abogados y 23.700 de tributos).

Además, mientras el Corte Inglés mantenga en vigor su opción de compra sobre terrenos cercanos a la Vega Baja, a Toletum también le caen en la cuenta de ingresos los intereses del dinero depositado en el banco (el año pasado 9.752 euros).

La parcela de los grandes almacenes es de lo poco que le queda a Toletum a su nombre ya que la gran parte del terreno tiene como dueña a la Junta de Comunidades que fue la que recompró a los promotores privados cuando la zona se declaró yacimiento arqueológico. Ahora bien, ese suelo ya no tiene nada que ver con Toletum sino que está adscrito a la Consejería de Cultura.

Las consecuencias negativas para la contabilidad municipal pueden venir si los tribunales dan la razón a la empresa FCC que reclama 1,8 millones por obras ejecutadas (urbanización de calles y Nudo Norte) con cargo al viejo proyecto de viviendas.

Con la borrasca encima el Ayuntamiento será el primer interesado en no disolver la empresa hasta que haya una sentencia porque así, en caso de perder, repartirá el problema solidariamente con los socios públicos y privados.

En cuanto al solar de la Clínica del Rosario no debe haber mayor inconveniente porque ya estaba previsto que lo asumiera el Ayuntamiento a la disolución de Toletum.

Ahora bien, está acordado hacer a los antiguos propietarios el pago de la expropiación con terreno recalificado para edificar viviendas dentro del Plan de Ordenación Municipal que da la casualidad de que acaba de ser confirmada su nulidad por el Tribunal Supremo. Hay en juego diez millones de euros por este lado.