El Club Voleibol Ciudad de la Cerámica lleva más de treinta años de trayectoria en la ciudad y, por tanto, se encuentra totalmente consolidado. Actualmente vive un momento dulce con cerca 400 jugadores en sus filas. Así lo expone a este diario el vicepresidente, Nacho Ríos, quien explica que «llevamos dos o tres temporadas, por el trabajo que estamos realizando y por el apoyo de los patrocinadores, socios e instituciones, en las que estamos viviendo un boom». Incluso «tenemos una lista de espera, lo que es triste porque no es normal estar en una lista de espera para hacer deporte y para generar salud».
Pero la falta de instalaciones no permite ampliar la actividad del club: «Es un problema del que somos conscientes»; es un hecho que «el JAJE se nos queda pequeño, seguramente igual que a otros clubes». Por tanto, «hacemos lo que podemos». De todas formas, Ríos está convencido de que el club «va a ir a más porque es un deporte que, sobre todo, a nivel femenino, aunque también masculino, genera muchísima actividad y muchísima salud».
Sus 400 jugadores van desde los seis a los 60 años y están repartidos en los equipos de las distintas categorías e inmersos en competiciones provinciales y regionales; precisamente, el conjunto masculino «ha sido campeón de Castilla-La Mancha los últimos cinco años y se ha quedado a las puertas de subir a Primera División en las fases de ascenso». El club tiene también representación en la Liga Regional femenina.
Más de tres décadas de vóleyJunto a esto, hay que mencionar que dos canteranos están «en las selecciones españolas cadete y juvenil»; a los que se unen «varios chicos que juegan en profesional en Superliga 2».Y es que este club se ha convertido en cuna de jugadores repartidos por la Península en categorías profesionales , incluso en la selección española permanente de Palencia.
Una buena base, con una decena de equipos en la Escuela, que se refleja en los resultados porque algunas de sus escuadras masculinas son asiduas de los campeonatos de España, «quedando en algún caso entre los diez primeros, lo que es muy complicado sin tener un equipo en categoría superior». Y no hay que olvidar la Liga Local, que cumplirá este año su tercera edición, con cerca de 200 jugadores.
La inmensa mayoría de los deportistas del club son de Talavera y de la base: «No contamos con fichajes porque creemos que es importante tener pies de cemento y no de barro, con lo que no tenemos prisa por subir».
Más de tres décadas de vóleyEl presidente honorífico y fundador del club es Dudu Fernández, con el que «hace veinte años subimos a Primera División, que es lo que sería actualmente la Segunda en el fútbol».
Y Nacho Ríos recuerda que anteriormente «otro boom con los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 cuando en Talavera se estuvo jugando a nivel nacional». Y otro hito se vivirá próximamente a juzgar por sus palabras ya que «seguramente subamos más pronto que tarde».
En otro orden de cosas, hay que destacar que el 85 por ciento son chicas: «Es un deporte en el que no hay contacto y a los padres nos ha parecido siempre más, entre comillas, educado». A esto se une que las mujeres «son más listas a la hora de jugar a voleibol porque están más coordinadas y crecen antes». Con lo que el juego «es muy estético»; en los partidos «los puntos duran más porque priman las defensas sobre los ataques, mientras que en los chicos suele ser al revés».
Más de tres décadas de vóleyY todos los jugadores hacen honor al nombre del club y a la ciudad a la que representan ya que en sus camisetas están bien presentes los motivos cerámicos.
Dudu fernández. Todo este entramado deportivo esta dirigido por técnicos de primer nivel. En primer lugar hay que mencionar al presidente honorífico y fundador del club, el gallego y talaverano de adopción, pues lleva más de 40 años en la ciudad, Dudu Fernández; ha vestido en 68 ocasiones la elástica de la selección española. Hay que destacar que ha jugado en la máxima categoría nacional, en Superliga.
Durante su día a día en el club «nos ha inculcado, a los que hemos seguido un poco su estela, que la formación es fundamental y que hay que inculcar los valores no solo como deportistas, sino también como personas». Y es que, según destaca Nacho Ríos, «es importante que todo los que llevan el escudo del club sean reconocidos y no solo por su buen hacer deportivo». Mientras, el coordinador del club y también técnico, es Chechu Engenios.
Más de tres décadas de vóleyHay que resaltar que muchos de los jugadores del primer equipo «son entrenadores, todos titulados por la federación». También hay que hablar del propio Nacho Ríos, técnico del club y ex jugador de Superliga, concretamente, en el equipo que se denomina ahora CV Guaguas. El entrenador del conjunto femenino, por su parte, Yoendri Kindelan Álvarez, es un internacional cubano que «ganó la plaza olímpica para ir a jugar voley playa, pero las circunstancias del régimen de esa isla le llevaron a buscar una oportunidad y le tenemos aquí».
Y es norma en el club que «los niños se diviertan y que los padres desde la grada vean que sus hijos no vienen a pasar el rato, sino a formarse para un deporte».
Eso sí, Nacho Ríos pone de relieve que «el objetivo no es ganar hasta que no son juveniles; es mi opinión y lo inculco a mis equipos». Porque la pretensión hasta alcanza esa categoría «es esforzarse y competir y luego la competición te lleva a ganar o perder». En este último caso «hay que gestionar esa frustración de los chicos porque la derrota es parte de una futura victoria».
Así es el actual Club Voleibol Ciudad de la Cerámica que camina «hacia una expansión controlada que sopesamos por la falta de instalaciones». Por ahora, han programado también entrenamientos en el pabellón Roberto Molina, en Patrocinio, que «es un sitio extraordinario para la práctica del voleibol». Y apunta que «el Puerta de Cuartos puede ser muy útil para varios deportes más y no solo para baloncesto porque la falta de medios hace que se tenga que abrir ese melón».
Y un problema que afecta a todos los clubes es que los jugadores se marchan cuando tienen que afrontar sus estudios universitarios . «La ciudad vive un poco de espaldas a la universidad porque los chicos tienen aquí cuatro o cinco grados, con lo que se van a Toledo o Madrid». Por tanto, «lo debemos tener en cuenta si queremos dar el paso a la profesionalización». Porque considera que a corto plazo «se puede subir a Primera División, que es un salto cualitativo importante».