El terremoto en Birmania deja más de 3.400 muertos

Agencias
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Las fuerzas armadas contabilizan 4.800 heridos y más de 200 desaparecidos. La oposición acusa a la junta militar haber roto la tregua y denuncia que han fallecido 68 personas por los ataques

La guerra y el seísmo dibujan un futuro incierto para Birmania - Foto: Nyein Chan Naing (EFE)

La cifra de víctimas a causa del terremoto de magnitud 7,7 en la escala abierta de Richter registrado el 28 de marzo en el centro de Birmania, que sacudió también China y Tailandia, ha aumentado a más de 3.400 muertos y más de 4.800 heridos, según el último balance.

Así, hasta la fecha se han confirmado 3.455 fallecidos y 4.840 heridos, si bien 214 personas siguen desaparecidas, según ha hecho saber la agencia oficial de noticias china Xinhua -- citando a su vez a la radiotelevisión estatal birmana, MRTV -- por lo que se teme que la cifra de muertos sea mayor, especialmente a causa del nivel de destrucción y el hecho de que ya haya pasado una semana desde el seísmo.

De hecho, medios como la emisora Democratic Voice of Burma afirman contar con informaciones confirmadas sobre la muerte de más de 3.900 personas, a las que se suman cerca de 6.000 heridos y cerca de 720 desaparecidos, unas cifras sin embargo no confirmadas por la junta militar birmana.

El país se encuentra sumido en una grave crisis desde el golpe de Estado de febrero de 2021, perpetrado por el Ejército para anular los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2020. La represión posterior derivó en una guerra civil que ha tenido un enorme impacto sobre la situación en el país, ahora agravada por el seísmo.

Los ataques militares dejan 68 muertos

El Gobierno de Unidad Nacional (NUG), opuesto a la junta militar que detenta el poder en Birmania (Myanmar), denunció este sábado que continúan los ataques por parte de las fuerzas armadas, que han dejado 68 muertos tras el terremoto del 28 de marzo, pese al declarado cese al fuego temporal.

En un comunicado, el gobierno 'alternativo' birmano -formado por políticos, activistas y líderes de minorías étnicas prodemocráticos- explicó que han registrado 68 ataques aéreos y de artillería en la última semana, pese a que la junta declaró el miércoles que cesaría las hostilidades durante tres semanas para que la ayuda llegara más rápido a las víctimas del sismo.

Sin embargo, el NUG -que controla partes del país en medio de la disputa territorial- aseguró que las ofensivas de los militares "causaron la muerte de 68 civiles, entre ellos un niño y 15 mujeres", y que las regiones más afectadas por estos ataques fueron Mandalay y Sagaing, ambas declaradas en emergencia por la devastación del seísmo.

Esta denuncia se produce un día después de que la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señalase que la junta no ha respetado el cese de hostilidades y que, en cambio, había perpetrado al menos 16 ataques desde la tregua y un total de 61 desde el seísmo.

La agencia de la ONU subrayó que el Ejército (Tatmadaw) sigue limitando los movimientos, por lo que hay áreas afectadas "inaccesibles para la ayuda humanitaria", en medio de una devastación generalizada en el centro-norte del país, que deja un saldo preliminar de 3.354 muertes y 4.850 heridos.

Al respecto, el director de Plan Internacional en Birmania, Haider W Yaqub, dijo hoy a EFE que el cese al fuego "es una oportunidad para ir a las zonas más afectadas", algunas de las cuales han estado vetadas para organizaciones de ayuda en los últimos meses debido a las hostilidades.

Por ello, considera que los actores humanitarios en el terreno "deben moverse rápido para llevar asistencia" a quienes la necesitan con urgencia en estos territorios.

El Gobierno militar, instaurado tras el golpe de febrero de 2021, anunció el miércoles el alto al fuego "con el objetivo de mostrar compasión y compresión a las personas afectadas por el terremoto y agilizar las labores de socorro y rehabilitación".

Sin embargo, advirtió que "contraatacará si se atacaran las líneas de comunicación civiles, bases militares y cuartes generales, o si se lleva a cabo una expansión territorial".

Antes del anuncio de la junta, el NUG y algunas guerrillas étnicas habían anunciado por su lado el cese temporal de los combates para facilitar el reparto de ayuda.