Era 10 de julio de 1997, y saltaban las alarmas en el País Vasco cuando un concejal del PP no llegaba a una cita de trabajo tras haber salido de comer de casa de sus padres.
A las 17:30 la emisora Egin Irratia llamó a la sede del PP de Bilbao y comunicó haber recibido una llamada en nombre de ETA, en la que se decía que se había secuestrado Miguel Ángel Blanco, a la vez que daban un ultimátum de 48 horas en el que si no se producía un acercamiento de los presos etarras, Blanco sería asesinado.
Los actos y las concentraciones se sucedieron. Las movilizaciones comenzaron a recorrer los rincones de España, y en los días sucesivos la sociedad española se volvió a echar a la calle en rechazo de la acción terrorista de ETA y pidiendo la liberación del concejal vasco, que contaba con tan solo 29 años. Dos días después, el sábado 12 de julio, Bilbao celebró la manifestación más numerosa de la historia de la capital vizcaína. Medio millón de personas, entre los que se encontraban políticos de todo signo y la familia de Miguel Ángel Blanco, también apremiaban a la acción de la banda terrorista pidiendo la liberación del concejal.
Sin embargo, tal y como habían anunciado, la siguiente noticia sobre Miguel Ángel Blanco fue la aparición de su cuerpo casi sin vida, tras recibir dos tiros en la parte occipital de la cabeza.
Acto seguido, las muestras de condolencia, cariño y repulsa se sucedieron, fijando las fechas entorno al secuestro del concejal, año tras año, como momentos en los que recordar la memoria de Miguel Ángel Blanco, entorno a lo surgido y conocido como «espíritu de Ermua».
De este modo, en la jornada de ayer desde el Ayuntamiento de Toledo se promovió un acto, organizado en colaboración con la Fundación Miguel Ángel Blanco bajo el lema 'Ni podemos, ni queremos olvidar', en el que se recordó a todas las víctimas del terrorismo en la persona de Miguel Ángel Blanco.
Una jornada en la que un libro de firmas presidió el hall del Ayuntamiento durante todo el día, y que desde las 20:00 horas estuvo ubicado en la Plaza del Ayuntamiento. Acompañado de un dúo de violín y piano, los toledanos que lo desearon pudieron manifestar mensajes de recuerdo y cariño a la memoria de las víctimas del terrorismo, y donde antes de como «tu sacrificio no fue en vano», «tu muerte supuso la unidad del pueblo español», «siempre en nuestros corazones» o «tu vida es un ejemplo que deja frutos, como una mejor España».
Tras ello, al filo de las 21:00 horas, parte de la corporación Municipal, con el alcalde a la cabeza, participó en un acto al que se sumaron diferentes políticos regionales, y en el que se dio lectura al manifiesto que la Fundación Miguel Ángel Blanco ha difundido para este XXVI aniversario.
Una ofrenda floral de claveles blancos, abrochó un acto en el que decenas de toledanos quisieron homenajear al edil popular de Ermua asesinado en 1997.