La Federación Regional de Empresarios de Papelerías y Librerías de Castilla-La Mancha han manifestado el «profundo descontento y preocupación» por la falta de respaldo de la consejería de Educación, Cultura y Deportes a la hora de excluirles de las decisiones sobre la iniciativa del Banco de Libros. «Nos entristece profundamente que las opiniones y aportes de las librerías de la región no hayan sido tenidas en cuenta», han recriminado.
Desde la Federación de Librerías han asegurado que el acceso a la educación «debe ser gratuito para todas las familias a través del banco de libros», pero están «en total desacuerdo con la gestión» del Gobierno regional al excluirles «como distribuidores» e imponer «de forma unilateral exigencias de precios».
En este sentido, han destacado que el precio máximo fijado por la Junta para los libros de primaria y secundaria obliga a las librerías «a vender a pérdidas», y, además, en los libros de Bachillerato «se hace imposible ajustarnos al precio decidido de forma unilateral por parte de la junta sin infringir la ley», actualmente el descuento máximo aplicable a los centros públicos es del 15 por ciento.
Dicha «imposición de precios máximos» pone en peligro «la viabilidad de las librerías», según la Federación. Por ello, han instado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a que revisen la situación y establezcan «medidas que permitan a las librerías cumplir con la ley y mantener su actividad económica».
También, han destacado que el gremio «desconoce» cómo ha llegado la Administación a esos precios y muestran su disposición a colaborar con la consejería «presentando los documentos necesarios que justifiquen los costes de los libros y los catálogos de los editores». Las librerías de Castilla-La Mancha esperan que se tome en consideración dicha posición y «juntos» puedan encontrar una solución.