La atleta toledana Irene Sánchez-Escribano concluyó novena en la final de los 3.000 metros obstáculos de la reunión de Londres, décima cita de la Liga de Diamante, con un tiempo de 9:33.64 minutos.

Un registro muy lejano de los 9:20.04 que la atleta toledana firmó el pasado 5 de julio en Barcelona y que le permitieron lograr la mínima -9:23.00- requerida por la World Athletics para participar en los Mundiales que se disputarán el próximo mes de agosto en Budapest.

Crono que la española pareció en disposición de poder rebajar hasta el último kilómetro de la prueba, pero bajó notablemente su ritmo de carrera.

Todo lo contrario que la joven keniana Jackline Chepkoech, vigente campeona de los Juegos de la Commonwealth, que se impuso con un tiempo de 8:57.35 minutos, la mejor marca mundial del año.

Chepkoech rebajó en más de tres segundos el hasta ahora mejor registro del curso, los 9:00.71 que firmó la etíope Sembo Almayew el pasado 2 de junio en la ciudad italiana de Florencia.