Tenía la marca exigida desde hacía más de un año, pero no fue hasta el pasado 28 de junio cuando Irene Sánchez-Escribano confirmó que se subirá al avión con destino a París para participar en los 3.000 obstáculos de los próximos Juegos Olímpicos. Una agonía que ella misma reconoce: «Sentí un alivio importante, como se me hubiera quitado cien kilos de encima».
Y es que, reconoce que, aunque no se estaba agobiando del todo, sí que se había hecho «a la idea de que iba a estar», y no hubiera sido posible de no haber logrado la marca de competitividad de la Real Federación Española de Atletismo, por debajo de 9 minutos y 27 segundos. «Nunca había habido un precedente de haber metido a alguien que no la tuviera», explica la toledana.
Además, lo consiguió de una manera «muy bonita». Carolina Robles y Marta Serrano la ayudaron en la final del Campeonato de España, celebrado en La Nucía (Alicante), aunque luego se disputaron el título. La corredora del Adidas reconoce que fue Carolina quien se ofreció en el Europeo de Roma, ya que no había conseguir tampoco en la capital italiana ese registro demandado, como tampoco en el Mitin de Niza.
Además, Marta Serrano también estaba dispuesto a ejercer de liebre, así que «tenerlo todo cerrado, me dio cierta tranquilidad», confiesa Sánchez-Escribano, quien luego reconoce que «Carolina pudo más que yo, y hubo justicia en la línea de meta, aunque ambas estábamos para el oro».
Así que, en su caso, al dar importancia a cómo ha sido su clasificación final para París, Irene Sánchez-Escribano prefiere aparcar ya la competición hasta los Juegos Olímpicos. Tenía en la agenda un mitin en Budapest (Hungría), pero parece que, o cambia mucho de parecer, o la toledana prefiere ahora mismo «disfrutar de los entrenamientos».
Aún desconoce cuándo volará a la capital francesa, pero sí ha asumido que no podrá estar en la ceremonia de inauguración del 26 de julio porque no le tocará competir en la semifinal de los 3.000 obstáculos el 4 de agosto, y el Comité Olímpico Español irá sacando vuelos escalonados para sus deportistas con el tiempo justo.
El objetivo de la corredora capitalina será el de siempre que se ha clasificado para una gran cita internacional: estar en la final. La carrera por la lucha por las medallas será el 6 de agosto, por lo que, en caso de acceder, tendrá dos días y medio para descansar. En este caso, Irene Sánchez-Escribano intentará ajustar su viaje de regreso a España para poder estar por lo menos en la jornada de clausura, «y vivir la experiencia». En cualquier caso, aunque reconoce que lleva «mucho tiempo persiguiendo una final global», lo que realmente prioriza es «disfrutar de la competición».
equipo nacional. Ana Peleteiro, medallista de bronce en Tokio 2020, y la granadina María Pérez y Álvaro Martín, dobles campeones del mundo de marcha, liderarán el equipo olímpico español de atletismo que acudirá a los Juegos de París con 57 deportistas, la delegación más amplía desde Londres 2012.
Esa cifra de 57 atletas (31 mujeres y 26 hombres) podría aumentar, dado que España se encuentra a la espera de posibles renuncias para incorporar a otros cinco atletas que, habiendo cumplido los criterios de preselección, tienen alguna posibilidad de entrar en cuota.
Además, será la primera vez en la historia en que el número de mujeres será superior al de hombres en el equipo olímpico. En los 3.000 obstáculos, además de Irene, también estará Carolina Robles.
Irene Sánchez-Escribano intentará en París clasificarse para una final de una cita internacional por primera vez en su carrera. Sería en un evento tan importante como los Juegos Olímpicos. Sin embargo, detrás de esta gran meta, la toledana también tiene otros propósitos, como disfrutar de la competición y, por qué no, «intentar una nueva marcar personal», es decir, rebajar los 9:20.04 conseguidos en agosto de 2020.
Uno de los secretos del alto rendimiento que sigue ofreciendo Irene Sánchez-Escribano es, precisamente, esa competitividad que ha encontrado en sus rivales. Quizás, hace siete u ocho años, cuando la toledana no paraba de coleccionar títulos nacionales de los 3.000 obstáculos, le faltaban atletas que apretasen por detrás.
Ahora, Carolina Robles y Marta Serrano son el andamio de esa regularidad que ha encontrado la toledana. Porque, como ella misma razona, «aunque parece que no estoy ganando, este año he bajado ya tres veces de 9:30, algo que no me había pasado nunca». Es decir, ha roto una barrera que ella misma quiere subir: «La regularidad me da confianza, así que por qué no pensar en estar de nuevo cerca de los 9:20 o rebasar también esa barrera.