Los problemas de retrasos del Avant entre Toledo y Madrid vienen motivados por cuello de botella en el control, que Renfe y Adif se han comprometido con la Junta a agilizar. Este es uno de los compromisos de ambos organismos con el consejero de Fomento, Nacho Hernando en la reunión mantenida ayer. A eso se une la creación de un grupo de trabajo, en la que ambos organismos se reunirán con las asociaciones de usuarios de Toledo y Ciudad Real, y que contará con la Junta como intermediario.

Para la Junta, apuntó Hernando, lo importante es que los responsables ferroviarios conocieran «la cara humana», gente que no puede llegar tarde a trabajar, más allá unos turistas que también quieren utilizar un servicio de excelencia.

Así, Renfe y Adif explicarán personalmente a las asociaciones de usuarios los motivos de estos retrasos, y también ofrecerán información sobre las obras actuales en la línea al sur de España, para tratar de reducir al máximo los problemas. La obra actual, explicaron a Hernando, tiene que concluir a partir del 16 de octubre, momento en el que se volverá a desdoblar una línea que a día de hoy solo puede utilizar una vía. Pero a partir de ahí, las obras tienen que continuar en otros tramos, y deben durar en torno a un año. Lo que el consejero agradeció a los responsables de Fomento es que tuvieran «la valentía» de afrontar una obra así sin parar el servicio, como hubiera ocurrido en cualquier otro país de Europa.

Hernando también agradeció el interés de los responsables ferroviarios por buscar soluciones. Prueba de ello es que a una reunión a la que solo iba a ir el presidente de Renfe acudieron también la de Adif, así como el secretario de Estado de Fomento y el secretario general de Infraestructuras. Igualmente, valoró las actuaciones en positivo de ambas asociaciones de usuarios.