El CD Villacañas preveía «un partido muy complicado» en casa frente al Villarrubia CF. Y así, porque lo tuvo que remontar. Su entrenador, Fernando Lominchar reconoce que en la primera parte ambos equipos se trataron «con respeto» y que «apenas hubo ocasiones de gol por ninguna parte».
Ya en la segunda, admite que el equipo rival «salió mejor», pero también que, después del gol, «en una acción puntual, con algo de infortunio por el despeje», su equipo «se reactivó y dio un pasito hacia adelante».
Entiende Lominchar que el triunfo final fue trabajo «de todos», de los que salieron de inicio, de los cambios y de los que se quedaron fuera, «que no dejaron de animar en ningún momento», como él mismo asegura. La clave, de todos modos, es que «los chicos creyeron hasta el final y fueron capaces de encontrar las jugadas para marcar». Por lo demás, también sacaron la paciencia que les había pedido: «Teníamos que hacer el partido largo».