Grecia sigue luchando este martes contra tres grandes incendios en las afueras de Atenas, que tras desatarse el lunes se propagaron con rapidez, provocaron la evacuación de miles de personas y calcinaron viviendas y automóviles.
Durante la pasada noche, los bomberos lograron controlar y reducir el fuego que había estallado en el sureste de la región capitalina de Ática, donde aún quedan algunos focos menores cerca de las localidades de Kalivia y Feriza.
Atizadas por fuertes ráfagas de viento, las llamas llegaron en pocas horas a zonas de residencias y pueblos veraniegos situados a unos 35 kilómetros de la capital,
Las imágenes difundidas esta mañana por los medios griegos muestran la devastación sufrida en la citada región, densamente poblada, con numerosas casas, locales comerciales y automóviles calcinados por completo.
Unos 250 bomberos con 76 medios terrestres y 5 aéreos continuaban este martes operando en la zona, donde seguían soplando fuertes vientos.
El incendio estalló ayer en el monte Páneion y "en dos horas recorrió más de 12 kilómetros" hasta la costa oeste de Ática, una zona densamente poblada, ya que aparte de los residentes permanentes, durante el verano muchos atenienses acuden allí para veranear.
Decenas de personas que se encontraban atrapadas tuvieron que ser evacuadas por la policía, mientras que el incendio ha arrasado al menos 3.000 hectáreas de la vegetación local (baja), según el alcalde de Lavreotiki, Dimitris Lukás.
El incendio que más preocupa ahora a las autoridades es el que está quemando un bosque virgen a unos 50 kilómetros al norte de Atenas, cerca de un grupo de pueblos llamados Dervenochoria.
Aunque hasta el momento no se ven amenazadas zonas pobladas, los fuertes vientos dirigen el frente de más de 15 kilómetros hacia una zona densamente poblada y hacia las localidades de Mandra y Magula, a las afueras de Atenas.
Más de 140 bomberos con 48 vehículos terrestres y 7 aéreos luchan contra las llamas para evitar que este incendio alcance los lugares poblados.
Además, Francia anunció este martes el envío a Grecia de dos hidroaviones y de un avión de reconocimiento para ayudar en la lucha contra los incendios. El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, indicó en un mensaje en su cuenta de Twitter que esa "misión de apoyo a Grecia" se va a llevar a cabo en el marco del mecanismo de protección civil de la Unión Europea. La misión está compuesta por 18 personas entre pilotos, mecánicos y especialistas en logística.
La situación ha mejorado también en el incendio forestal cerca del pueblo veraniego de Lutraki, a unos 80 kilómetros al oeste de la capital helena, aunque se mantiene un frente activo al norte de la localidad de Kalithea.
Ayer, lunes, este fuego obligó a evacuar a cinco localidades, así como un campamento infantil que alojaba 1.200 niños.
Unos 120 bomberos con 43 medios terrestres y 10 aéreos combatían hoy el fuego en Lutraki.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha atribuido estos incendios al cambio climático y ha prometido indemnizar a los damnificados.
Grecia vive desde hace varios días una gran canícula que llevó a los termómetros a marcar más de 44 grados en algunos lugares del centro del país el fin de semana.
Aunque las temperaturas se han moderado un poco desde el domingo, en la mayor parte del país habrá fuertes vientos hasta el jueves, por lo que el riesgo de incendios es alto en muchas regiones, alertaron las autoridades.