El contrato de basuras le cuesta al Ayuntamiento de Toledo ocho millones de euros al año. No incluye zonas como la Bastida o Fuente del Moro. Pero además, apunta el concejal de IU, Txema Fernández, tampoco se están limpiando espacios que sí vienen recogidos en la contrata, como el aparcamiento del parque de los Gavilanes.
Se trata de un espacio público al lado de la carretera A-42, antesala de un conocido restaurante de comida rápida y de los pinos de Toledo, de titularidad regional. Allí aparcan a diario muchas personas que después comparten coche para ir a trabajar juntos a Madrid o La Sagra, amén de los usuarios del parque forestal.
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Fernández insiste en que esa zona pertenece a Toledo y reivindica que «la empresa ejecute los trabajos que tiene que ejecutar». Se pregunta si no es así porque está alejado del núcleo urbano, porque no pasan turistas o porque el Ayuntamiento entiende que solo van los vecinos de Olías del Rey o de la urbanización El Beato, que está sin recepcionar.