El IV Centenario de la publicación de la segunda parte de Don Quijote de La Mancha arrancó ayer en Campo de Criptana con la primera molienda de 2015. Así, a partir de ahora, todo un sinfín de actividades para los doce próximos meses en los que se prevé superar los 200.000 visitantes que se registraron en 2005, año en el que se conmemoraron los 400 años de publicación de la primera parte del libro más universal de Miguel de Cervantes. Para ello, el Consistorio ha diseñado una «amplia» agenda cultural con más de cien actividades ya programadas relacionadas con la obra de Cervantes y que se irán desarrollando a lo largo del año. Así lo comentó la concejala de Turismo, Alicia Pérez-Bustos, que, con los molinos como escenario, declaró que con un presupuesto aproximado de unos 100.000 euros, el Consistorio ha trabajado para que esta efemérides sea el polo de atracción del turismo en 2015, por lo que «no faltará teatro, música y exposiciones».
El acto se celebró en el Molino Burleta, que conserva la estructura y maquinaria original del siglo XVI, uno de los ‘gigantes’ que conserva la Sierra de los Molinos. Junto a él, y como no podía ser de otra manera, Don Quijote y Sancho Panza, que ante un grupo de turistas representó el octavo capítulo del libro de Cervantes, en el que el famoso hidalgo Don Quijote de La Mancha confundió los molinos con gigantes. Los intérpretes, José María Ortega (Quijote) y Vicente Muñoz (Sancho Panza), miembros de la Asociación Amigos Hidalgo del Molino.
Protagonistas de una jornada en la que la molienda simbólica (no pudo hacerse por la falta de viento) también acaparó su protagonismo. Juan Bautista Sánchez fue el encargado de hacer la molienda, tarea que antiguamente era realizada por el molinero, la única persona cualificada para poner un molino con máquina original en marcha, por lo que para ello se requiere de una serie de conocimientos. Formación, señala, que adquirió en una escuela taller llevada a cabo en el propio municipio.
La primera operación de la molienda consiste en la colocación de las aspas de cara al viento. Así, para detectar por dónde viene el viento el molinero subía a la planta superior del molino y abría los doce ventanillos (ventanas pequeñas) mediante los cuales se puede conocer la dirección del viento dominante en cada momento. Las aspas vestidas con sus lienzos se orientan hacia el viento, una de las funciones que varios miembros de la Asociación Amigos Hidalgo Molinero realizaron ya a primera hora de la mañana. Después, otras muchas tareas: preparar la maquinaria y poner el trigo. En un día de viento se puede llegar a moler «40 costales, es decir, entre 32 y 40 kilos en un día completo de moliendo y que antiguamente era de sol a sol», comenta Bautista.
La próxima molienda será el 1 de febrero, también domingo, y donde se presenciará un hecho histórico, ya que se llevará a cabo la molienda conjunta de los tres molinos emblemáticos del municipio del siglo XVI como son el Burleta, Sardinero e Infanto. Será cuando a partir de entonces, comience de forma oficial el IV Centenario. Campo de Criptana llegó a tener hasta 34 molinos. De todos ellos tan solo conserva diez, de los que tres (Sardinero, Infanto y Burleta) cuenta con maquinaria original. La región dispone en total de nueve molinos originales, siendo Campo de Criptana la localidad con mayor número de molinos seguida de Consuegra (Toledo) con dos.
14 moliendas anuales. La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Campo de Criptana ya ha dado a conocer las moliendas que se celebrarán durante el presente ejercicio 2015, y que al menos serán catorce días, siempre en molinos originales del siglo XVI. Como norma general, las molienda se celebrarán siempre el primer domingo de mes, en horario de mañana, excepto en los meses de verano que serán moliendas nocturnas. Además de estas moliendas, al menos se celebrarán otras dos de modo extraordinario: el 19 de abril con motivo de la Semana Cervantina y durante el 15 de noviembre con motivo de la Aventura ‘Enoturismo en la Tierra de Gigantes’.