Ya está en el bolsillo. El Soliss AD Bargas FS seguirá la próxima temporada en Segunda División B. Superó con su versión excelente de casa al Colegio El Valle, en un encuentro dominado de principio a fin en el que la afición participó activamente. La piña final mereció la pena. Es la imagen de la temporada, del sufrimiento convertido en alegría.
Salió con seis el Bargas FS, los cinco de pista y todos los de la grada. Animan siempre, pero, para este partido, ahí estuvieron desde el primer segundo. Los de Javi de la Cuerda entraron mandando y generando ocasiones. En la primera clara, un primer remate de Crespo lo rechazó Bubby, y Carbo aprovechó para marcar el 1-0.
Fidel tuvo que intuir un lanzamiento lejano de Hurta. Estaba la tarde del lado bargueño. De momento. Le tocó contener un poco el empuje visitante en los siguientes minutos, pero el Bargas FS perforó de nuevo la meta contraria en un saque de banda que acabó introduciendo Crespo. Los colegiados pitaron falta de saque.
Estaba el partido dividido, pero con buen trabajo defensivo por parte de los locales. Algún pequeño fallo propició el empate del Colegio El Valle, pero los visitantes no encontraron la puntería. Poco a poco, fueron ganando en presencia en el campo contrario. Y el marcador era corto para el Bargas FS.
Lo mejor es que Alfredo tuvo una clarísima delante de Bubby. Acto seguido, una falta lejana se acabó colando en las redes. El portero no vio venir el trallazo de Mario Moñi por el único jugador que había puesto de barrera. El 2-0 tranquilizó mucho más el ambiente. Había que conservarlo al descanso (o ampliarlo). Hay que prescindir del paréntesis, porque Alfredo certificó el tercero en un magnífico contraataque. No se estaba sufriendo. Quedaban ya pocos segundos.
Era lógico el dominio del cuadro madrileño en el arranque de la segunda mitad. El Bargas FS pudo contragolpear para matar el choque, pero, en las primeras aproximaciones, le falló el tino. También en las segundas. Y en las terceras.
El resultado no se movía, pero, lo mejor, es que tampoco para el otro. El Valle se empezó a desesperar al no poder romper la maraña defensiva del equipo toledano. Hasta el punto de que acabó perdiendo el dominio que tenía.
Lo podía matar en cualquier momento el conjunto de Javi de la Cuerda. Carbo la tuvo delante de Rober. También llegaron las suyas por parte visitante. Estaba Fidel bien atento. Y, con portero-jugador El Valle, Piqueras marcó el cuarto desde su campo. Y con su pierna mala. Inmediatamente después, llegó la sexta falta. Rafa Bart salió para tirar el doble penalti, pero paró el guardameta.
Mario Moñi anotó el quinto de la misma forma, en un robo y a portería vacía. Luego vino el sexto, de Carbo, y, aunque Orzáez hizo el del honor del conjunto madrileño, nada podía empañar una tarde inmaculada y mágica que llenó de felicidad a la familia del club rojillo.