No hay nada definitivo, pero el debate está sobre la mesa. Aunque el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 que elaboró el Ministerio de Sanidad hace un par de años no contemplaba la prohibición de fumar en las terrazas hosteleras, hace unos días la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, abría la puerta a su próxima aplicación, así como en otros espacios al aire libre.

Por repercusión directa, La Tribuna ha preguntado a la Asociación de Hostelería y Turismo de Toledo (AHT) para conocer su opinión al respecto. Valentín Salamanca, como secretario de la misma, ha rechazado por completo una medida que, a su parecer, carece de sentido y generaría «situaciones absurdas», al argumentar que de aprobarse los fumadores se levantarían de las terrazas para fumar justo al lado de ellas, sin cambiar en exceso el panorama.

El representante de la AHT manifiesta que no ve necesaria esta prohibición porque «existe buena convivencia» entre fumadores y no fumadores en estos espacios, ya que narra que cuando a alguien le molesta el humo «no tiene más que comunicárselo a la persona y esta se retira sin mayor problema».

Además, Salamanca informa de que es el sentir general del sector en todo el país, ya que así se lo han trasladado desde la federación nacional, que ha pedido una reunión con la ministra «para que nos explique cuáles son sus planteamientos y argumentos, y en función de ellos decidir las acciones a tomar».

En comparación con la medida que hace una década prohibía fumar en interiores y que también generó una importante polémica inicial, Valentín Salamanca cree que «era más comprensible», porque todos los estudios médicos apuntaban mayores perjuicios para los no fumadores, pero matiza que «ahora la ley y las ordenanzas municipales como las de Toledo exigen una reglamentación a seguir para la correcta ventilación de las terrazas», por lo que insiste en su desconcierto con la medida.

Asimismo, desde la AHT argumentan que la Organización Mundial de la Salud «diferencia claramente» la acción regulatoria requerida respecto de espacios interiores a exteriores y España «ya cuenta con una normativa bastante restrictiva en cuanto al tabaco», señala Salamanca.

OPINIONES DIVIDIDAS. A pie de calle el discurso es variado. No hay una condena consensuada ni una postura mayoritaria a favor de la medida, pero sí sorprende la empatía encontrada en una pequeña muestra. Tal es el caso que algunos fumadores comprenderían la prohibición como muestra de respeto a quiénes no fuman, mientras que también se dan casos en estos últimos en los que la prohibición les parecería una medida extrema.

Otros, más allá de su beneficio o perjuicio personal, piensan en los niños y creen que lo mejor sería espacios sin humo. Por último, los hay quién prefieren que se quede la legislación tal y como está. 

La sensación es que sea cual sea el próximo paso del Gobierno central aún hay mucho debate al respecto en las calles.