Irene Sánchez-Escribano consiguió tres objetivos de una tacada: debutar en unos Juegos Olímpicos, meterse en su primera final internacional y pulverizar su marca personal. La atleta toledana voló en su serie de los 3.000 obstáculos en el Estadio de Francia de París, y el próximo martes por la noche estará entre las elegidas en la carrera por la lucha por las medallas.
Será otra historia. Ahí sí que intentará disfrutar más todavía la corredora del Adidas de esta cita olímpica. Ya no tendrá ninguna presión porque los deberes están hechos, aunque, si consigue recuperarse bien, podría intentar el abordaje de una nueva plusmarca personal.
El caso es que la capitalina entró en competición en la tercera serie de estos 3.000 obstáculos, la teóricamente más asequible. Se movió muy bien desde el principio, siempre en el grupo de las escogidas. Supo guardar fuerzas a pesar del primer empuje de la keniana Beatrice Chepkoech, la gran favorita.
La toledana realizó la carrera de su vidaTampoco lo dio todo por seguir a la rumana Stella Rutto, que pronto se fue desfondando. Fue superada por el grupo de favoritas ya mediada la prueba. Pero Irene se mantuvo sin problemas delante, pasando con buena técnica los obstáculos mientras el esfuerzo empezaba a hacer mella en la mañana parisina.
A falta de vuelta y media, y con cinco puestos para la final, todo se lo iban a jugar entre siete atletas. Pero se empezó a abrir en hueco entre Sánchez-Escribano y las demás. Ahí marchaba quinta. A pesar del empuje de la norteamericana Marisa Howard en la última vuelta al anillo, la toledana aguantó para entrar quinta con un registro de 9:17.39 que ya luce como su nueva marca personal.
El triunfo fue para Beatrice Chepkoech con suficiencia, seguida por la francesa Alice Finot, la alemana Lea Meyer y la polaca Alicjia Koniezczek, que también estarán en l afinal del martes. Quien no pudo fue la otra representante española en estos 3.000 obstáculos, Carolina Robles, que acabó séptima en la primera serie con un tiempo de 9:22.48.
Al término de la carrera, Sánchez-Escribano no podía ocultar su felicidad. «He tenido unas sensaciones increíbles, ha sido espectacular», reconocía la corrredora capitalina, orgullosa de que «el trabajo realizado haya salido».