Un desafío dentro de un paraíso natural

J. Caballero (SPC)
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Como cada 13 de agosto, la tradicional competición de Navas de Pinar supone un reto para los amantes del 'trail running' en el enclave del Parque Natural de Río Lobos

El recorrido son 3,6 kilómetros que comienza desde el centro de la localidad y que culmina en una cota situada a 1.351 metros, para luego descender.

1965. Oriol Gómez Sanz saborea con gusto una de las cervezas de la caja que Felipe Gómez ha apostado con él. Está exhausto. No es para menos. Pero también satisfecho. Al final, tenía razón. Afirmaba que podía subir el Pico de Navas, desde el banco de la puerta de la señora Nicanora, en menos de 30 minutos. Y así fue. Desafío conseguido.

Ahora, en 2024, este suceso que surgió a raíz de aquella inocente apuesta entre dos amigos de la localidad de Navas del Pinar no solo perdura en la actualidad, sino que además su recuerdo está más vivo que nunca. Ese tiempo límite (30 minutos), un particular avituallamiento final (la caja de cervezas) y, sobre todo, el carácter retador de Oriol y Felipe (además del boca a boca tan presente en cualquier pueblo de la geografía española) fueron los culpables de que se 'sembrase la semilla' de lo que hoy es una de las carreras más atractivas de completar en toda la Península Ibérica.

Tuvo que pasar mucho tiempo, en concreto 43 años, para hacer realidad una prueba que ya se ha convertido en patrimonio de esta pequeña localidad de Castilla y León y también para muchos amantes del 'trail running'.

La cruz de madera corona el paraje desde 1929 La cruz de madera corona el paraje desde 1929 - Foto: Sonia AlonsoComo manda la tradición, cada 13 de agosto, a modo de prólogo a las fiestas patronales, cientos de corredores se dan cita en este bello enclave de la provincia de Burgos para abordar la subida a la cota más alta del Parque Natural del Río Lobos, situada a 1.351 metros.

El recorrido, de 'solo' 3,6 kilómetros, puede parecer sencillo a primera vista. Sobre todo, teniendo en cuenta que los primeros 450 metros son de travesía, en suelo llano. Pero, lejos de la realidad, el trayecto se complica de manera gradual para hacer de esta competición un atrayente desafío para los aficionados a esta modalidad.

Un camino lleno de pedregales, espinos y matorrales precede a la subida al famoso Pico de Navas, donde el running y la escalada se combinan en un tramo en el que la dureza también hace acto de presencia a lo largo del recorrido.

¿El objetivo? Llegar a tocar la cruz de madera de cinco metros de altura que Segundo Camarero dio forma allá por 1929 y que campea la cúspide de este bello paraje repleto de fauna y flora para luego descender.

Mente y destreza física se combinan para conformar una carrera que cada vez acoge a más adeptos. Es un reto estimulante, donde el buen manejo del equilibrio, la gestión de la resistencia, la potencia y la agilidad a a hora de bajar resultan claves para batir la marca que consiguió Oriol, de 24 minutos y 30 segundos, a mediados del pasado siglo. Aunque para aquellos que no quieran mirar demasiado el cronómetro, el tiempo límite para terminar este particular desafío es de una hora.

Pero, más allá de los tiempos, la subida al Pico de Navas supone una experiencia deportiva única en el entorno de un espacio biogeográfico que es patrimonio a nivel nacional.

Los más pequeños también pueden emular a los mayores en las carreras infantiles que tendrán lugar en esta misma localidad ese mismo día, antes del comienzo de la prueba de categoría senior. Además, el domingo 11 de agosto también se celebra la ruta senderista, que permite conocer en mayor profundidad el entorno de Pinares.

Las inscripciones ya están abiertas en la web oficial de la carrera (picodenavas.com) hasta el 4 de agosto, para todos aquellos corredores mayores de edad y de entre 14 y 18 años con previa autorización. En caso de que queden todavía plazas por cubrir, los que quieran participar podrán apuntarse de manera presencial el mismo día entre las 16 y las 18 horas. Son 3.600 metros de recorrido en un entorno único. Deporte, naturaleza y una jornada para no olvidar. Además, se repartirán 1.300 euros en premios en esta edición. ¿Quién se apunta?