El tratamiento publicado hace dos semanas en una revista internacional especializada por médicos de cabecera del Centro de Salud de Yepes, ha convencido a un grupo de facultativos de Castilla-La Mancha y Andalucía, dispuestos a aplicar en los pacientes la combinación de fármacos que utilizan en el municipio de la Mesa de Ocaña desde casi el inicio de la pandemia. De hecho, diferentes compañeros de la provincia utilizan ya este método contra la Covid-19, el primero del mundo con antihistamínicos probado con pacientes, con los mismos resultados excelentes del estudio.
Así lo explica a este diario el doctor Ignacio Morán, médico de cabecera en Yepes desde hace más de 30 años y autor principal del estudio. La difusión nacional alcanzada tras la publicación del estudio en la revista de medicina estadounidense ‘Pulmonary Pharmacology & Therapeutics’ y el anuncio en primicia por este diario, ha favorecido que se dé a conocer este tratamiento basado en antihistamínicos y el antibiótico azitromicina. El primero se administra como prevención en los positivos y en los contactos estrechos, y el segundo además en los casos sintomáticos.
«Tenemos conocimiento de algunos colegas que lo están aplicando, pero no tenemos datos de los resultados. Nos dicen que ven los mismos resultados que nosotros tenemos. Ven que les funciona», recalca la doctora y coautora Judith Alvarenga sobre médicos de la provincia.
Morán y Alvarenga preparan ahora una ampliación del estudio con otros 151 pacientes sometidos al tratamiento al inicio de la pandemia que no están en residencias de ancianos. La intención primera era incluir estos datos junto con los de las residencias, pero la publicación estadounidense obligó a la división. «Nos ha sorprendido incluso a nosotros mismos que no nos aparece exceso de mortalidad, no solo en la residencia. En este pueblo solo ha habido un ingreso en UCI», apunta Alvarenga sobre una incorporación de datos que probablemente quede publicada en mayo en un número especial de otra revista estadounidense especializada en farmacología. Un periodo mucho más breve, en principio, que la primera parte porque hay ya este antecedente y otras líneas de investigación parecidas en otros países.
El estudio publicado ‘Antihistamínicos y azitromicina como tratamiento para la Covid-19 en la atención primaria de salud: un estudio observacional retrospectivo en pacientes ancianos’, que contó con la colaboración de médicos internacionales, se centró en dos residencias del área de salud de Yepes, una en el mismo término municipal y otra en Huerta de Valdecarábanos. El tratamiento se aplicó en los meses de marzo y abril a 84 ancianos, con una edad media de 85 años. «No se informaron ingresos hospitalarios, muertes, ni efectos adversos de estos medicamentos en nuestra población de pacientes», afirman en el estudio, tal y como publicó hace una semana este diario. Y eso que a finales de junio, todos tenían serología positiva por Covid-19.
Los autores destacan en el estudio que se trata de un tratamiento «seguro y económico» que podría tener «un impacto crucial» en las tasas de morbilidad y mortalidad de los pacientes con Covid-19 y aliviar la carga en los hospitales.
«La respuesta de la sociedad ha sido mucho mayor de la esperada. La gente está volcada con nuestro tratamiento. Creemos que la sociedad ha entendido que la enfermedad es grave y peligrosa para ellos; y un atisbo de buena noticia en cuanto a tratamiento les ha elevado el espíritu positivo», afirma el doctor sobre la repercusión.
La publicación del estudio ha dado cobertura científica al tratamiento, pero durante más de seis meses han predicado en el desierto sobre el éxito de la fórmula. El proceso de elaboración del trabajo científico, cuyo primer borrador estuvo listo en el mes de junio, comenzó con la preparación de un protocolo que fue revisado por un comité de ética. Los pasos previos a la publicación han hecho demorar la difusión definitiva de este artículo varios meses.
La doctora Karina Villar se encargó de pulir la versión final para que quedara adecuada a los filtros de una publicación estadounidense prestigiosa como ‘Pulmonary Pharmacology & Therapeutics’. Los médicos debieron realizar una exhaustiva búsqueda bibliográfica para justificar científicamente los argumentos de utilización de estos fármacos. Así hasta que, a mediados del pasado mes de enero, recibieron el visto bueno y la confirmación de la publicación, que se puede consultar en la página ‘www.sciencedirect.com’, desde el 16 de enero.
exportado a el salvador. La doctora Alvarenga, natural de El Salvador, ha transmitido sus conocimientos a autoridades sanitarias de su país, que están aplicando con éxito un tratamiento similar, complementado con más fármacos. El país contabiliza 1.500 fallecidos oficiales con la economía abierta, por debajo de otros países de la zona. «No tenemos claro si es producto de que les hayamos remitido nuestro trabajo al principio de la pandemia. Queremos pensar que podamos ser un poco responsable de esto», apostilla al respecto Ignacio Morán.