Es vicepresidenta y una de las ministras con mayor protagonismo, lo que no significa que sea la más admirada ni tampoco la menos, Yolanda Diaz es noticia permanente en unos casos por cuestiones relacionadas con su negociado ministerial, en otros por sus peripecias políticas como impulsora de Sumar y en unas terceras por su aureola de ministra con glamour. Pero, a pocos meses de las elecciones gallegas – que podrían adelantarse a marzo o abril- Yolanda Díaz no tiene quien la quiera.
Los gallegos saben bien por qué. En su tierra, su trayectoria está plagada de desencuentros, idas y venidas a conveniencia. Como comentaba un conocido político gallego a esta periodista, "Roma no paga a traidores".
Fue líder de Esquerda Galega, y ha pasado por Alternativa Galega de Esquerda, Mareas, en Común, y Unidas-Podemos; hasta crear finalmente Sumar, donde ha integrado a 15 partidos, algunos ya muy distanciados de Yolanda.
Por otra parte es muy evidente que Pedro Sánchez no siente por Díaz el entusiasmo de tiempos pasados. El resultado en julio no ha sido el que esperaba el presidente, en política exterior Yolanda Díaz hace alarde de no compartir algunas de las decisiones del gobierno, como hace alarde también de sus diferencias con la vicepresidenta Nadia Calviño. Pero lo más grave es que no ha sabido retener a Podemos dentro de su formación. El partido fundado por Pablo Iglesias, político al que Díaz debe todo, se ha ido al Grupo Mixto del Congreso y los sanchistas tendrán que negociar con Belarra los 5 votos de su grupo cada vez que se produzca una votación que el presidente de gobierno no puede permitirse el lujo de perder.
Que Sumar salga de la situación precaria en la que se encuentra depende en gran parte de los resultados que pueda tener en las elecciones gallegas. Y ahí, donde la conocen mejor que en cualquier otro lugar de España, la están esperando. Para pasarle factura. Esquerda Unida ya ha anunciado que no piensa ir en la lista de Sumar; el BNG ni se lo ha planteado, es segunda fuerza en Galicia y no necesita a Sumar; incluso puede perjudicarle. Podemos, evidentemente, también ha dicho que compartirá lista con Sumar, de donde se acaba de ir. Pero lo peor es Anova, el partido formado por Xose Manuel Beiras y Martiño Noriega, el último partido del que Yolanda formó parte … y que abadonó. Confiaba con que Martiño, uno de los políticos gallegos con mejor cartel, exalcalde de Santiago, fuera el candidato de Sumar, pero ha dicho que no. Y Beiras, que ya pidió en julio el voto para el BNG, previsiblemente decidirá lo mismo. No perdona cómo lo utilizó la vicepresidenta.
Así que, de momento, Yolanda está compuesta y sin novio, Sumar no tiene candidato a la Xunta en Galicia, Es lo que ocurre cuando un personaje va de un partido a otro según le convenga. El próximo traicionado podría ser el propio Sánchez.