Javier frecuentaba más Buenasbodas durante los veranos. Para los inviernos, tenía Madrid. A este hombre de 74 años se le veía jugar a las cartas en el Hogar del Jubilado antes de regresar a su casa del pueblo, la típica de dos plantas con parcela.
"Se le veía bien", comenta a este diario una vecina de esta pedanía de Sevilleja de la Jara. Precisamente, esta mujer lo vio marchar en su coche el día que regresó a Madrid. Javier, un hombre alto de 180 centímetros, nunca más volvería al pueblo.
"Tenemos mucha pena", afirma sobre el sentir general de Buenasbodas. Javier regresó del pueblo e ingresó el día 22 en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel de Hospital público La Paz-Carlos III. Había contraído una enfermedad de nombre exótico y altamente letal: fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. El enfermo refirió una picadura de garrapata durante su estadía en Buenasbodas, su segunda residencia y donde pasaba parte del verano. "Era una persona normal. Lo conocía de hola y adiós", apunta la misma vecina.
El Sistema de Alerta Rápida en Salud Pública (SARSP) activó el día 21 la alerta por sospecha de Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo después de que esta persona acudiera dos días antes a Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos (Móstoles) con un cuadro febril y malestar general. Las muestras enviadas para estudio microbiológico al Centro Nacional de Microbiología confirmaron la infección por virus de la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC).
"Nos decían que estaba estable. El día anterior, nos dijeron que estaba un pelín peor", comenta esta vecina. Finalmente, Javier falleció el día 27 en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel de Hospital público La Paz-Carlos III. Queda por celebrar la misa en su memoria en Buenasbodas, el pueblo de un veraneo truncado por la picadura de una garrapata.